Productores oaxaqueños, cansados del nulo apoyo y plantas de baja calidad que les da el gobierno, decidieron crear viveros orgánicos con lo que tienen a la mano y mejorar sus cosechas
Roselia Chaca
CANDELARIA LOXICHA, Oax.
El camino para llegar a este pueblo de la Sierra Madre del Sur es de un clima y verdor envidiable, ideal para el desarrollo del café Pluma, una de las variedades mexicanas con mayor reconocimiento internacional, pero también ideal para la creación de viveros orgánicos que buscan ser la alternativa para las plagas roya y broca, que tienen en crisis a más de mil productores de la Costa oaxaqueña.
De Pochutla a Candelaria Loxicha se recorre 40 kilómetros en casi una hora por las pésimas condiciones de la carretera federal costera 175. A la orilla de la vía de comunicación, cerca de la población, se pueden observar entre los viejos cafetales de las fincas una docena de casitas de madera abandonadas, testigos de la época de oro del café en los años 70 y 80 en la Costa.
“Las fincas de Candelaria Loxicha y Pluma Hidalgo recibieron a cientos de familias de Miahuatlán y de los Valles Centrales de Oaxaca. Era una zona con trabajo, estaban hasta seis meses las familias y les construían sus casas para que no gastaran. En 1989 comienza la crisis por el bajo precio, los huracanes Paulina y Carlota en los 90, las plagas de la roya y broca en 2013, después todo se vino abajo y las fincas dejaron de ser opción de empleo, ahora emigran al norte y los Estados Unidos”, explica Cándido Bustamante García, integrante de la organización Café Fino La Candelaria José López Portillo.
Esta organización cafetalera de Candelaria Loxicha la conforman 25 productores privados que en común poseen alrededor de 400 hectáreas de cafetales en distintas fincas. La sobrevivencia del oficio de estas familias se debe en gran medida a que todos tienen otra entrada económica, además del café, que les ayuda a invertir el poco dinero que poseen y esfuerzo al rescate y conservación del café Pluma.
La crisis la sienten ellos, los productores locales de Candelaria Loxicha, Pluma Hidalgo, San Agustín Loxicha, San Mateo Piña, San Miguel del Puerto, Juquila, Magdalena Loxicha y Santa María Zolotepec, los que no sienten la crisis son los grandes inversionistas que tienen fincas en la zona, estos son identificados como extranjeros, catadores, empresarios y políticos.
En la bonanza del café en la Costa oaxaqueña, esta organización cosechaba, en los años 80, de 2 mil a 3 mil quintales de café (2 mil a 3 mil sacos de 57 kilos de grano), para este 2016 al que peor le fue logró cosechar seis quintales, el mejor pudo juntar 65 quintales (65 sacos de café).
El mayor responsable de esta situación son las plagas roya y la broca, le sigue el cambio climático, los cafetales viejos de más de 50 años, falta de insumos, la tardía llegada de los apoyos gubernamentales, como químicos para el ataque de la plaga, y las plantas de viveros para la renovación de los cafetales.
La esperanza orgánica
Los cafetaleros locales de la Costa tienen una posible solución para el problema; crear sus propios viveros para lograr plantas y variedades mejor nutridas, logrando así la anhelada renovación de los cultivos que sean resistentes a las dos principales plagas que los atacan.
La decisión de crear viveros orgánicos, es decir, con materiales naturales, la tomaron después de la mala experiencia de recibir por parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa Oaxaca) plantas de mala calidad para la renovación de las fincas.
“En una ocasión el gobierno nos dio, a través de Sagarpa, plantitas de café de mala calidad. El gobierno nos perjudica porque le compra plantas de pésima calidad a organizaciones que se dedican al cultivo. En Pochutla hay una empresa que vendió al gobierno un millón de plantitas de la variedad Oro Azteca y nos entregó mil, pero no sirvieron porque no les pusieron los nutrientes necesarios. Al final lo hacen por negocio y a nosotros nos chingan, por eso decidimos hacer nuestro propio vivero con asesoría profesional”, detalló Martín Bustamante Aragón, otro de los productores de Candelaria Loxicha.
A un kilómetro de la población, la organización Prestadores de Servicios Agropecuarios y Elaboradores de Proyectos SA de CV, en una hectárea de tierra creó el primer vivero orgánico de la zona que se vincula a organizaciones sociales del estado de Oaxaca, con la finalidad de reactivar la economía y crear plantas de café de calidad y resistentes a las plagas.
El vivero emplea de manera temporal a 40 personas de la zona por tres meses en la elaboración de un millón y medio de varias variedades del café arábica geisha, la más solicitada y resistente a la roya y broca. En la segunda etapa de manera permanente se le da trabajo a entre 13 y 15 personas.
“El proyecto tiene el compromiso de dar servicio de viveros de calidad y crear empleos, reactivar la economía en toda la zona cafetalera de la Costa. Podríamos echarle la culpa a la roya y la broca, pero antes de eso, tenemos que son plantaciones de más de 70 años. Entonces porqué le pedimos producción, ya no son productivos. Una plantación de café a lo mucho debe de vivir económicamente 20 años. Por eso es necesario la renovación con nuevas plantas, pero de mejor calidad”, argumentó Mario Vásquez Martínez, especialista en café y responsable del vivero orgánico de Candelaria Loxicha.
Plantas resistentes y para todos
Este vivero no utiliza malla o sombras muertas (plástico), utiliza la sombra de árboles de montaña que no rebasan los cinco metros, para aprovechar mejor la oxigenación. Tampoco usan químicos, el abonos es base de composta de lombriz y el uso de rocas minerales.
En este lugar se ha creado la variedad denominada “Geisha Oaxaqueño” que es una adaptación del Geisha Panamá, que busca darles un plus a los productores al momento de vender y ser competitivos en el mercado internacional, como lo es el Geisha original.
“Aquí tenemos la variedad Geisha, tan sólo hay que considerar que el Geisha Panamá llegó a cotizarse la libra a 54.25 dólares en 2011, algo así como mil 950 pesos el kilo de café molido y tostado, casi 2 mil pesos. Lo que pretendemos es tener nuestra propia variedad de Geisha para lograr el plus en el precio”, detalló.
Las plantas que se cultivan en el vivero se distribuyen a los productores de café orgánico de las zonas de Putla en la Costa, la Mixteca Baja y Alta, Tuxtepec y la Sierra Norte, que comenzaron con la alternativa de renovar sus cafetales.
Aquí se cultiva además de las distintas variedades del Geisha, el Oro Azteca, todas con enfoques de tolerancia a la roya y la broca.
Además del vivero, la organización tiene el proyecto de la madre productora de semilla, es decir, se seleccionarán plantas por su alta calidad genética para reproducirlas y tener mejores ejemplares en el futuro.
De acuerdo a los datos de Mario Vásquez Martínez, Oaxaca tiene 180 mil hectáreas de café, pero produce 200 mil quintales al año, por lo que sólo se trabaja la tercera parte, pero comparando las estadísticas de las dependencias federales y estatales en número de plantaciones renovadas, no se llega, en total, ni a 20 mil hectáreas en todo el estado, porque si calcula 20 mil hectáreas a mil 600 plantas por hectáreas serían 32 millones de plantas y en los últimos 10 años se han producido un promedio de 3 millones de plantas para el sector.
Con este ejercicio, se busca, de igual manera, implementar entre los productores la cultura de ser autosostenibles creando sus propios viveros y aprovechando todo el material natural que tienen a la mano.