Agencias
Sao Paulo, Brasil
El Senado de Brasil aprobó la madrugada de este miércoles seguir adelante con el juicio político a la presidenta suspendida Dilma Rousseff, por la supuesta manipulación de las cuentas públicas en 2014 y 2015.
Luego de un debate que se prolongó por 16 horas, la Cámara Alta brasileña avaló con 59 votos a favor y 21 en contra el informe que acusa a Rousseff de graves irregularidades presupuestarias y fiscales.
Esas faltas son un "atentado contra la Constitución", aprobaron los legisladores.
A finales de mes, entre el 28 y 29 de agosto, el Senado celebrará la última sesión en la que Rousseff podría ser finalmente destituida si así lo deciden dos tercios de los senadores.
De ser hallada culpable, Rousseff sería alejada definitivamente de su cargo, poniendo fin a 13 años de Gobierno del Partido de los Trabajadores, y se confirmaría al presidente interino Michel Temer para el resto del periodo que cierra en 2018.
El pasado 12 de mayo la misma Cámara legislativa aprobó por mayoría la destitución temporal de la mandataria, quien fue sustituida por el entonces vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
La presidenta Rousseff ha señalado que su impeachment (juicio político) es un intento de la oposición para frenar las investigaciones de corrupción de la Operación Lava Jato.
Rousseff asegura que su impeachment se debe a un “Golpe” urdido por la oposición y está comandado por su vicepresidente y actual presidente interino.
Si pierde el poder, Rousseff se convertirá en el segundo jefe de Estado en caer a manos del Congreso en 24 años. El anterior fue el hoy senador Fernando Collor, quien se pronunció en favor de la destitución.
La votación revela que las gestiones para destituirla han cobrado impulso a pesar de los esfuerzos de la suspendida mandataria de atraer el apoyo de senadores escépticos sobre la capacidad de Temer para gobernar.
Temer ha sido severamente criticado por designar un gabinete en que todos los ministros son hombres blancos, en un país donde más de la mitad de la gente es de otras razas. Tres de sus ministros han tenido que renunciar bajo acusaciones de corrupción, y a pesar de sus promesas de tener un gobierno más eficaz, no ha logrado que el Congreso apruebe sus reformas.