7 de Octubre de 2024

Tiende puentes de luz

Sintonizador Fronterizo es una instalación de luz y audio que busca unir a el Paso y Ciudad Juárez, a través de la comunicación de sus habitantes, dejando de lado los prejuicios

La narrativa sobre la cultura fronteriza está saturada de estereotipos equivocados, advierte el artista visual Rafael Lozano-Hemmer. Si bien existe violencia, narcotráfico y migración, la cotidianidad de las ciudades limítrofes sucede entre conexiones culturales, económicas y sociales. El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua, son ejemplo de esta relación fraternal.

Bajo esta premisa, Lozano-Hemmer propone crear puentes de comunicación entre ambas ciudades. Escuchar al otro sobre su condición sin prejuicios. De esto trata Sintonizador Fronterizo, una instalación de luz y audio que las unirá a El Paso y a Ciudad Juárez, del 13 al 24 de noviembre.

Decidí hacer una pieza no sobre lo que yo tengo que decir, sino sobre cómo escuchar a la gente de la región. Sintonizador Fronterizo es una plataforma de participación ciudadana para hacer visibles las conversaciones a través de la frontera. La conexión de estas dos ciudades hermanas es mucha, siempre fueron una misma ciudad aún después de que Santa Anna vendiera la tierra, comentó en entrevista.

La instalación consiste en seis estaciones interactivas con cañones de luz, tres en Ciudad Juárez y tres en El Paso. Cada una tiene un micrófono, un altavoz y una perilla. La propuesta es que cuando un participante –en cualquiera de las ciudades– gire la perilla, los reflectores lanzarán un rayo de luz en busca de otro para conectarse. En el momento en que se encuentra con otra luz, una computadora de manera automática abrirá el micrófono de ambas personas para conversar.

Mientras los participantes hablan y se escuchan, los cañones de luz se mantendrán formando una suerte de puente sobre la frontera. La pieza no existe si la gente no activa las estaciones, reconoció el artista, cuya obra integra colecciones como la del Museo de Arte Moderno de Nueva York y del Tate Britain. Para motivar la participación, cada noche se tendrán invitados especiales –escritores, artistas, promotores, músicos, deportistas– para que durante 30 minutos realicen el ejercicio.

El proyecto resalta las conexiones entre ambas ciudades. De acuerdo con el artista radicado en Montreal, es a través de las conversaciones que se revelan las similitudes culturales, sus relaciones económicas, su cotidianidad cercana y, sobre todo, de la realidad de la población que se mantiene esperanzada, a pesar de su presente complejo, enfrentados a la crisis económica, el narcotráfico y a ser refugiados que quedan atorados en la frontera,

No vengo a dar una lección pedagógica o didáctica o moralista, lo que hago es presentar una plataforma donde la gente se puede autorepresentar. Mi vocación no es política, lo que hago es conectivo, explicó.

El proyecto fue curado por Kerry Doyle y León De la Rosa Carrillo, bajo la dirección de programación de Edgar Picazo.

Además, es organizado por el Rubin Center for the Visual Arts en UTEP, la Fundación Comunitaria de El Paso y la Fundación Comunitaria de la Frontera Norte, con apoyo de la Mellon Foundation, Arte Abierto, Bloomberg Philanthropies, Vias Art Foundation y Novamex.


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