Margarito Escudero Luis
Cuando la vida nos pone pruebas muy duras y difíciles, y se logran superar, es tal vez, cuando entendemos cuál es la misión en la vida.
¿Quiénes son las personas que emprenden grandes acciones, que muchas veces nada tienen que ver con su modo de vida, pero que sienten un imperioso llamado por realizar una actividad que no le dejará ganancias económicas y que, sin embargo, puede arruinarlo.
Así es el caso de Francisco Aceves Trejo, quien sufrió un terrible accidente que casi le quita la vida.
Sufrió traumatismo craneoencefálico y fractura en la pierna derecha, permaneció en coma y estuvo hospitalizado, inmóvil durante mucho tiempo.
Pero su reacción fue positiva, en lugar de lamentarse, agradeció a Dios por permitirle vivir, es como si hubiera nacido otra vez y asumió que alguna misión importante tiene encomendada para esta vida.
Conoció el dolor de otras personas, las que padecen una enfermedad y sus familiares, vio de cerca el sufrimiento y decidió hacer un esfuerzo para paliar en algo el dolor que se siente en el hospital.
Así que desde febrero, Francisco Aceves la hace de payaso en el hospital Comunitario, a donde acude cada semana disfrazado de payaso, para hacer payasadas y magia y darles un poco de alegría a los enfermos.
De su propio recurso lleva globos, juguetes y caramelos, los reparte entre todos y hace su show, recibiendo como recompensa el agradecimiento.
Como secuela del accidente, (un coque de una motocicleta contra un taxi), Francisco debe cojear, sufre del dolor que causan los clavos en la pierna y se encuentra limitado para realizar algunas actividades.
Pero tiene entusiasmo y ganas, ahora se le han sumado algunas personas para ampliar el radio de acción de esta actividad.
Ahora se piensa en llevar ese momento de alegría a otros hospitales, casas de asistencia, porque la risa alivia, ayuda a la cura de la enfermedad, y de eso no hay mucho en los nosocomios.
DOLOR INTENSO
Sin duda, es en el hospital donde pueden sentirse todos los dolores, el llanto y la impotencia de estar en una cama, sin poder hacer nada más, que seguir las recomendaciones de los médicos.
Pero además, también hay una buena dosis de abandono, pacientes que no reciben visitas y que la llegada del payaso hace la diferencia.
Ahora, quienes comparten la idea de Francisco, se suman, buscan hacer algo para replicar esta actividad, así que se integran en una asociación llamada “Activando Sonrisas”, a través de la cual buscarán ayuda entre las personas que deseen apoyar.
La idea es llevar algo a cada persona que está internada en un hospital, un caramelo, un globo, un juguete, cualquier cosa que haga sentir importante a aquellos que la salud los ha abandonado temporalmente y esperan que más personas se sumen solidariamente.
Francisco Aceves Trejo, encontró el motivo de su vida, reconoce que se le dio otra oportunidad.
NO SÓLO EN HOSPITALES
Pero es bueno reflexionar sobre las posibilidades de cada individuo. Estamos tan metidos en la crisis cotidiana, en los temores que provoca la inseguridad, en cuidar lo que nos ha costado trabajo conseguir, que hemos olvidado otras cosas importantes: Uno mismo.
Ese estrés que nos provoca la cotidianeidad, va minado la salud. Es algo que todos sabemos, que los médicos saben y los patrones también, pero lo toman como el precio que debe pagarse para poder vivir con comodidad.
Pero además perseguidos por los delincuentes, desprotegidos y abandonados por la autoridad. Enfermos de ansiedad y temor, sin un Francisco Aceves que se tome la molestia de venir a alegrarnos un poco la vida.
Pero no hay duda de que muchas personas están en el borde del cambio, a menos de un paso de tomar la decisión de cambiar de una vez por todas, sólo se requiere de una motivación, de un impulso que tal vez debe llegar de fuera, la chispa que encienda el motor de la sociedad para moverla en el sentido que ella misma quiera.
Eso ya se nota
