23 de Noviembre de 2024

Revelaciones: En esta noche de paz

Margarito Escudero Luis

Navidad. Supuestamente tiempo de recogimiento, buenos deseos, buena onda.

Se supone que todos los que celebramos esta fecha somos gente de buena voluntad, sobre todo las promotoras del PRI que perdieron la cabeza en un insignificante momento que tuvieron una insignificante cuota de poder.

 

El espíritu navideño brilló por su ausencia en las colonias de Coatzacoalcos, afloró el egoísmo y se manifestó la calidad humana que caracteriza a los mexicanos.

Pero es navidad, por unas 48 horas olvidaremos las ofensas del vecino y trataremos de perdonarlos de mientras, hasta que la crisis vuelva a recordarnos nuestra carencia, salir a barrer los residuos navideños y enfrentar nuevamente la realidad.

Este pesimismo no es gratis. La experiencia nos lleva a lamentar la falta de solidaridad de la gente, la envidia y el egoísmo que permea en nuestros corazones, cuando es necesario hacer equipo, trabajar en conjunto para salir adelante.

La enseñanza está presente en las personas, todos saben cómo es el gobierno y el esquema se replica, por eso la actitud de las promotoras que se sienten protegidas por el sistema al que pertenecen, el que las explota y se desquitan con sus iguales.

Pero es Navidad. De alguna forma la religión hace su efecto en nuestras mentes y cumpliremos con el ritual, veneraremos el nacimiento del Ser que dio su vida por nosotros (así dicen), habrá abrazos, brindis y cenaremos en su honor.

La pura buena onda pues. De esa forma cumpliremos con la conciencia y clon el deber que impone la iglesia a su grey.

Desafortunadamente llegamos al final del año en medio de una crisis nacional, de un enojo social que ha alcanzado ya signos de violencia, con un gobierno que empieza, poco a poco a endurecer su acción, con discursos enérgicos se amenaza a la sociedad y se prepara con todo su poder para reprimir alguna manifestación más seria.

NO DEBEMOS OLVIDAR

Pero esta noche olvidaremos todo eso y nos entregaremos al festejo, a la borrachera que, en algún momento sacará a flote el estrés acumulado, para luego pasar al olvido.

Esa es la historia que nos toca vivir. Dentro de algunos años, los que hoy son niños, contarán a sus nietos como sorteamos nuestros problemas en medio del divisionismo, la corrupción y la indiferencia y tal vez no se sientan orgullosos de haber tenido unos abuelos que les valió madre el sufrimiento de los demás.

Esta noche nos daremos buenos deseos, habrá regalos, Santa Clós tendrá mucho trabajo, algunos pedirán una cisterna, los niños estarán felices al recibir sus regalos.

Los niños, únicos seres a los que no se les debe negar nada, quienes deben contar con todos los privilegios posibles y a quienes deberíamos entregarnos por ofrecerles una vida productiva y un futuro con certeza.

2014 no ha sido un año benévolo con los mexicanos, más buen fue un año cruel, pues pudimos darnos cuenta que hemos sido víctimas de engaños y grandes fraudes.

Pero aún tenemos vida, a pesar de aquellos que nos niegan hasta la felicidad, estamos vivos y eso es ya una ganancia.

NOCHE DE PAZ

Hoy deberá ser una noche de paz, una tregua en medio de todas nuestras dolencias y una oportunidad para reflexionar sobre nuestro devenir como sociedad.

Que la euforia del momento no nos nuble la vista, porque la fiesta es un solo momento y la vida continuará al día siguiente y despertaremos ante la misma realidad que dejamos pendiente para dar gracias a Dios, y volveremos a pelear con el vecino, a batallar con las promotoras, con el “coordinador” de la colonia, con el funcionario que se atreve a contestar el teléfono, con nuestras carencias, que esas sí son nuestras y hemos dejado que terceros nos las administren.

Pero los buenos deseos no deben escatimarse, aquellos que salen del fondo del corazón y van dirigidos a las personas que se aman, a las que siempre están a nuestro lado, en las malas y en las peores.

A ellos nos entregamos, y desde este humilde espacio, nos atrevemos a pedir por todos aquellos que se toman la molestia de leernos y de aceptar nuestros comentarios para reflexionarlos y criticarlos.

 

A todos ustedes ¡Muchas felicidades!