2 de Octubre de 2024

Duda razonable

¿Peña visionario?

 

Carlos Puig

 

 

En los últimos días de su campaña, Donald Trump dio un discurso en que prometió lo que ha venido prometiendo desde hace un año.

En los primeros días de su mandato ordenará que se informe a México y Canadá de su intención de sentarse a reabrir y renegociar el Tratado de Libre Comercio que, según él, ha sido y es dañino para los trabajadores estadunidenses. Si los socios no aceptaran, ordenaría notificar, dentro de las reglas del Tratado, el retiro de Estados Unidos del Tratado. En ese mismo discurso, en el que mencionó varias veces a México, prometió construir un nuevo muro en la frontera.

 

Ahí mismo, insistió que comenzará un programa que terminará con las llamadas "ciudades santuario", que no persiguen a indocumentados, y al mismo tiempo implementará acciones para acelerar la captura y deportación de indocumentados.

 

Todo eso está en el sitio web de Trump y mucho en la plataforma del partido aprobada en la convención.

 

El espíritu de la campaña ha hecho salir a la calle a nacionalistas blancos y fuerzas inmigrantes que estaban a la sombra. Los compatriotas lo saben y temen. La Cancillería también, por eso ayer envió una carta a los cónsules que decía: "Esta madrugada llegaron a su fin una campaña atípica y una jornada electoral cuyos resultados hay que asumir y actuar en consecuencia." La canciller les dice que "es sumamente relevante que transmitan mensajes claros de tranquilidad y empatía, así como la necesidad de permanecer en calma...".

 

El dólar ha rebasado los 20 pesos. La Bolsa tuvo su peor caída en cinco años.

 

Las primeras informaciones de quién rodeará a Trump en comercio, migración, seguridad nacional dan miedo. Vienen de la peor ultraderecha xenófoba y aislacionista.

 

Interpretar, de las recientes palabras cordiales del ufano ganador, algún cambio en su visión es peor ingenuidad que haberlo invitado a Los Pinos. Pensar que, porque vino, cambiará algo de aquello que le dio la histórica victoria y causó el entusiasmo de sus votantes, me parece una fantasía.

 

Escribió hace semanas Jesús Silva Herzog-Márquez: "La mayor amenaza que México ha tenido en décadas encontró en Enrique Peña Nieto a un útil promotor. Si Donald Trump llega a ganar la presidencia, los historiadores recordarán el 31 de agosto del 2016 como la fecha en que relanzó, desde Los Pinos, su campaña".

 

No hay, hoy, un dato que contradiga esa frase. Al contrario, el triunfo de Trump la confirma.