1 de Octubre de 2024

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Ya se hizo costumbre; o mejor dicho, se ha hecho un vicio que amanezcan tomadas las casetas del Puente Coatzacoalcos que está a merced de gente que se asume como trabajadores transitorios de Pemex u obreros que laboraban para compañías contratistas. Están pidiendo dinero a cambio de dejar pasar a través del puente, porque aseguran que son desempleados, que no tienen contrato industrial.

Sabemos que es verdad, que no existe inversión en los complejos petroquímicos, pero lo que comenzó como una muestra de solidaridad, como una forma emergente de ayuda económica, ya se hizo una fuente ilegítima de tener ingresos sin devengar trabajo alguno. Vividores del ocio.

Los que toman las casetas ya hasta pusieron una cuerda para no dejar pasar a los automovilistas que se resisten a darles una cuota porque no les dan recibo o simplemente porque están en su derecho a negarse.

Los trabajadores ya se apoderaron de las casetas, ante un vacío de autoridad de la misma Policía y de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas que no interviene. Las pérdidas de la SIOP son millonarias por la toma de casetas. Ya han interpuesto denuncias penales que, por cierto, no han prosperado y están solo archivadas en el Ministerio Público.

Es obligatoria la intervención de las fuerzas del orden y del Gobierno. La Secretaría del Trabajo tiene ahí un campo de oportunidad, bien podría otorgarles a esos desempleados los cursos técnicos para el autoempleo y así ya no tengan que seguir viviendo de la limosna.

Hay que trabajar, no hay de otra. Obligarnos a los automovilistas a que paguemos cerrándonos el paso con una cuerda, para nada es algo normal. No es correcto.

Aparte de nuestras playas del Golfo de México, una de nuestras bellezas naturales sin duda es el río Coatzacoalcos. El afluente no solo es rico en biodiversidad sino que posee un pasado histórico pues fue ahí, según la leyenda, que navegó Quetzalcóatl hacia la bocana para después ascender al cielo y convertirse en el primer lucero de la mañana.

Hermoso, ¿verdad? La leyenda es linda pero no nuestro paseo ribereño. El bulevar que conduce hacia el Paseo de Las Escolleras está muy sucio, le hacen falta luminarias y además hay mucha inseguridad. Es ahí en el malecón viejo -como le conocemos- donde operan las sexoservidoras dando una muy mala imagen urbana a esta principal arteria que nos permite admirar el poderoso río Coatzacoalcos.

Recuperar este espacio urbano es algo muy simple, solo se requiere voluntad de las autoridades municipales y de Seguridad Pública por implementar las acciones necesarias para que nuevamente las familias porteñas puedan caminar tranquilamente sobre el malecón viejo, sin tener la sensación de inseguridad o que puedan ser objeto de ataque de alguno borracho.

El río Coatzacoalcos es nuestro, es nuestro origen como puerto y ciudad, tenemos el derecho de disfrutarlo en toda su majestuosidad. Sin miedo.

Las cifras que dio ayer el Infonavit, con más de 14 mil viviendas en cartera vencida en el estado solo nos revela algo: que en Veracruz el desempleo está pegando duro y como consecuencia, afecta el ingreso de las familias que pueden hasta perder su patrimonio.