1 de Octubre de 2024

Comentadas

Transportistas de las modalidades de taxis, urbanos y camiones de volteo, a través de sus líderes, tomaron el acuerdo de hacer un paro en la zona sur que se replicará en casi todo el país. Así lo acordaron a nombre de sus agremiados como parte de las manifestaciones de inconformidad por el incremento del precio de la gasolina. Esta disposición se ha estado difundiendo en las redes sociales. El derecho a la libre manifestación está consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus Artículos 6 y 9, eso no está a discusión, mientras se trate de acciones pacíficas y no afecte a terceros.

No obstante, en redes sociales, independientemente que no se pone el nombre de quienes convocan, se lanza una consigna que parece ser un exceso: “Que se van a hacer rondines y van a parar a todo aquel que esté circulando”. (Se refieren a los agremiados o a cualquier unidad del transporte público). Así como a los paristas les asiste todo el derecho de protestar inmovilizando sus unidades, también en los casos en que no estén de acuerdo con esa medida, lo están para seguir circulando. En todo caso se trata de una imposición y no de una labor de convencimiento, lo cual puede desencadenar en actos de violencia.

Por cierto, la postura del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, después de los primeros actos vandálicos e la entidad, incluido el de Villa Allende, fue muy claro y contundente en el sentido de que se les van a retirar las concesiones a todos aquellos que hayan participado o participen en actos vandálicos como el robo de combustible. En ese sentido ya existen videos que documentan muy claramente la presencia de unidades de la modalidad de taxi, cuyos números y placas están plenamente identificados. No se duda que habrá mano firme e independientemente de que sean los choferes y no los titulares de la concesión quienes hayan estado manejando las unidades, la decisión es muy clara, se retiran las concesiones.

El día de ayer se dio el relevo en la Secretaría de Relaciones Exteriores, con la salida de la ex canciller Ruiz Massieu y la llegada de Luis Videgaray Caso, quien después de haber ocupado la Secretaría de Hacienda, salió, no porque haya sido una estrategia del presidente Peña Nieto, sino por lo que en su momento se “satanizó”, que fue la invitación al entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, cuya autoría intelectual se le atribuye a Videgaray.

Su arribo a la Secretaría de Relaciones Exteriores estaba más que anunciado, eso ya no fue una sorpresa, no obstante llama la atención, cómo un resultado inesperado por los latinos en la elección presidencial de Estados Unidos, puede cambiar el destino de alguien que ya se le veía en el exilio político. Después de una salida que rayó en lo humillante, ahora regresa por la puerta grande y como un interlocutor muy conveniente, después de que su idea de invitar a Trump, de alguna manera tendió un puente, que puede ser muy valioso en las nuevas relaciones con el gobierno del país vecino del norte.