Los acuerdos secretos del Yuribia
Margarito Escudero Luis
Las condiciones actuales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) no lo hacen rival para nadie, de hecho, en todas las lecturas de todos los cuarteles, lo han dado por muerto desde antes que comience la batalla.
El enemigo a vencer en la contienda que se aproxima está rodeado por la aureola de Morena, eso ya lo saben quienes deben tomar decisiones, diseñar estrategias y enfilarse para la campaña electoral.
De hecho, queda claro que la guerra electorera ha comenzado, la inicia el mismo gobernador Miguel Ángel Yunes Linares en un afán por restar fuerza a Morena, intentando embarrar a algunos de sus destacados militantes en acciones que atentan contra la sociedad.
La verdad es que el tiro le está saliendo por la culata. Aplicando la técnica nazi de repetir una mentira hasta que se crea que es verdad, difícilmente obtendrá los resultados que espera; al contrario, ahora hasta de mentiroso lo están tildando, pues hasta el momento no ha podido comprobar su dicho, ni presentado pruebas sobre la participación de una diputada de Morena en la toma de la presa Yuribia.
Pero ese es el estilo de Yunes, es golpeador desde sus tiempos de juventud en el PRI, no ha aprendido otra forma de actuar en su política y cree que puede hacer lo mismo que hizo en el pasado.
Acusar por acusar, sólo para provocar un daño moral, o pretendiendo que su partido rival pierda credibilidad, ya no le dará los resultados que espera, porque no cuenta con los elementos suficientes.
De hecho, habló, vociferó que aquellos que habían cerrado las válvulas del Yuribia, no recibirían dinero y sí todo el peso de la ley.
Pero hasta el momento no hay un solo detenido por los hechos en Tatahuicapan, hubo una negociación con los lugareños y, en caso de que hubiera estado algún militante de Morena, ya sería trending topic en las redes sociales, la guerra sucia estuviera intensa.
Pero no. Yunes solamente continúa diciendo que fue Morena, aunque ya no menciona a la diputada, ni ha mostrado sus pruebas, ni ha ofrecido la disculpa al pueblo de Veracruz por haber mentido.
Y así lo manifestaron los diputados locales de Morena, encabezados por Amado Cruz Malpica y la más afectada por las mentiras yunistas, Rocío Pérez, señalada por el gobernador como participante en la toma de la presa.
Subieron a tribuna también, la diputada Eva Cadena y Judith González Sheridan, cuya postura fue la de exigir pruebas o la obligada disculpa.
El caso de Tatahuicapan no es nuevo. El sur de Veracruz ha padecido esos actos de vandalismo sin que autoridad alguna haya podido solucionar el conflicto, permitiendo que la población afectada sea rehén de los pobladores de Tatahuicapan cada vez que quieren doblegar al gobierno.
Ya en tiempos de Javier Duarte, en uno de esos eventos, sus enviados negociaron y los acuerdos pasaron a ser secretos, nunca supieron los ciudadanos afectados, qué fue lo que negoció el gobierno con los tatahuicapenses.
Finalmente, lo acuerdos secretos no fueron cumplidos y los serranos volvieron a cerrar las válvulas y lo seguirán haciendo mientras la gente que se queda sin agua no sepa lo que se negocia en medio de su necesidad.
Dados los resultados obtenidos en la última negociación, ya en los tiempos de Yunes Linares, pareciera que a nadie le interesa resolver el conflicto, prefieren conservarlo como un filón de problemas para denostar a los enemigos del gobierno en turno.
Ya la diputada federal Rocío Nahle presenta un punto de acuerdo que, en su primer punto dice que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhorta de manera respetuosa al gobernador del Estado Libre y Soberano de Veracruz de Ignacio de la Llave a que haga públicos los acuerdos del pasado 8 de enero, entre el gobierno del referido estado y la comunidad de Tatahuicapan, que llevaron a restablecer el suministro de agua de la presa Yuribia.
De igual forma, pide que se dé cabal cumplimiento a los acuerdos que el gobierno de Veracruz ha celebrado con el municipio de Tatahuicapan y con la comunidad de ese municipio, a fin de que se solucione ese conflicto.
En el mismo punto de acuerdo, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, pide respetuosamente al gobernador, a que garantice el suministro de agua proveniente de la presa Yuribia para Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, con pleno respeto a los derechos humanos de las comunidades indígenas de Tatahuicapan.
Es la primera vez que aparece en escena una solución definitiva al conflicto y, es la primera vez que un diputado federal de Coatzacoalcos, ofrece una solución de ese tamaño.
Falta que le hagan caso, porque toman a Morena como el rival a vencer, entonces otros diputados priistas preferirían traicionar al pueblo para quedar bien con el gobernador de Veracruz, para que Yuribia siga siendo su filón de conflictos contra Morena.
