23 de Noviembre de 2024

Opinión / Cinco años de una mayoría transformadora / Benjamín Robles Montoya

columnas heraldo

 

Estamos a poco menos de un mes de que se cumplan cinco años de la histórica instauración de una mayoría inédita en el Congreso de la Unión, emanada del triunfo de Andrés Manuel López Obrador y su movimiento transformador. Este aniversario constituye también el inicio del último año de ejercicio de la LXV Legislatura y de la cuenta regresiva para la elección federal de 2024, donde además de la Presidencia de la República estarán en juego diputaciones federales y senadurías, lo que no es cosa menor si consideramos la necesidad de que un segundo gobierno de la 4T, como seguramente lo habrá, cuente con el respaldo de una mayoría en ambas Cámaras del Congreso de la Unión.

Pero volviendo a este quinto aniversario y haciendo un balance en retrospectiva, puedo afirmar que las y los legisladores de la 4T hemos cumplido nuestro compromiso de combatir la corrupción, poner fin a los moches, erradicar los dispendios, renovar la vida pública y construir una economía, una educación, un sistema de salud y una seguridad ciudadana con visión humanista, en las que las personas y su bienestar son lo más importante.

En estos cinco años, la LXIV y la LXV Legislatura hemos aprobado reformas históricas que dieron sustento al proyecto transformador, como la reforma educativa que sentó las bases de una verdadera transformación de la educación que fue devastada por el neoliberalismo, creamos la Guardia Nacional en lugar de la corrupta Policía Federal de García Luna.

También pusimos fin a la condonación de impuestos, combatimos la evasión y la elusión fiscal, nacionalizamos el litio, elevamos a nivel constitucional las pensiones para adultos mayores y las becas para estudiantes en condición de pobreza, sentamos las bases para el acceso universal a la salud.

Asimismo, hicimos realidad la consulta popular y la revocación de mandato con lo que verdaderamente le dimos a las y los ciudadanos poder de decisión sobre sus gobernantes, extinguimos fideicomisos que eran fuente de opacidad y desvío de recursos, eliminamos los intermediarios en los créditos para la vivienda.

En más, tipificamos el odio racial, pusimos fin al outsourcing, expedimos la legislación para una nueva justicia laboral, expedimos la legislación en materia de austeridad republicana, así como una ley para atender el desplazamiento forzado interno, además de una cantidad sin precedentes de reformas en materia de género y combate a la violencia contra la mujer, entre muchas otras que no alcanzaríamos a mencionar en este espacio.

Pero el camino no ha sido fácil, hemos lidiado con la resistencia de una oposición que vive aferrada al pasado y busca a toda costa reinstaurarlo, para lo cual ha contado con la complicidad de un Poder Judicial cada vez menos institucional y más abiertamente aliado a ellos, que revirtió de manera desvergonzada algunas reformas de gran relevancia, en algunos casos sin atreverse a analizarlas de fondo y aduciendo únicamente aspectos de forma. A pesar de ello, el balance es positivo y la transformación es una realidad.

En el PT estamos listos para cerrar con todo esta etapa y seguir trabajando de la mano con la gente, que es lo más importante para nuestro movimiento.

POR BENJAMÍN ROBLES MONTOYA