Elizabeth Aviña
Coatzacoalcos, Ver.
Foto: Gladys Collado
Un fotógrafo muy querido por la prensa porteña falleció este viernes luego de que le sobrevino un paro cardiaco.
Humberto Pérez García, conocido en el medio como Fito Pérez, tenía más de 40 años de experiencia y enseñó a muchos que hoy en día son reconocidos fotoperiodistas en la ciudad de Coatzacoalcos.
Él era “de la vieja guardia” como le dicen a aquellos que comenzaron en el periodismo cuando las nuevas tecnologías ni existían.
Aunque laboró en muchos medios de comunicación, sus últimos 14 años los utilizó para trabajar en el área de prensa del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Coatzacoalcos, claro, como fotógrafo.
Fito padecía desde hace más de 20 años diabetes, y en los últimos meses sus enfermedades se habían agudizado, no obstante, no paraba de trabajar pues la fotografía era su pasión.
Tras un dolor de pecho este jueves, tuvo que ingresar al Hospital Regional de Coatzacoalcos pasado el mediodía, y fue cerca de las 18:30 horas cuando los médicos le avisaron a sus familiares que había muerto.
Él se desempeñó laboralmente durante muchos años en Diario del Istmo, sus ex compañeros cuentan que siempre traía consigo tres cámaras fotográficas y una maleta llena de rollos, una era para fotografías en blanco y negro, otra para fotos a color y una más para transparencias.
Su frase célebre era: “Unos son los que trabajan y otros los que se llevan la lana”, comentaron quienes laboraron con él.
Luego de ser despedido de Diario del Istmo se fue a laborar a Nanchital y aunque varios años trabajó para diversos medios de comunicación, finalmente un día doña Gloria Corrales de Osorio lo invitó a colaborar con ella en el DIF de este municipio, y ahí permaneció hasta sus últimos días.
Don Fito fue velado este viernes en Casa Maram, ahí se dieron cita un sinfín de compañeros de labores, entre ellos Crispín Garrido, Cecilia Bocanegra, Sergio Balandrano, Fidencio Arevalo, Elizabeth Garrido, Abisag Sosa, Adrian Collado, entre otros que apreciaban y laboraron durante años y en sus últimos días con el finado.
A las 16:00 horas sus restos fueron sepultados en el panteón jardín, a Humberto Pérez García le sobreviven su esposa y tres hijos.