OMAR VÁZQUEZ VALENCIA
Minatitlán
Conato de violencia entre elementos del 45 Batallón de Infantería y Policías Navales con destacamento en el municipio de Minatitlán al darse la detención de un Teniente en activo y un taxista; el primero de ellos presentaba aliento alcohólico y señaló al ruletero como la persona que lo asaltó, mientras que el trabajador del volante se defendió diciendo que la víctima era él.
Los hechos ocurrieron la noche del domingo, cuando un número considerable de patrullas se concentraron en las afueras de la Cruz Roja, ahí estaba estacionado un taxi Matiz color oficial con número económico 1316 de Minatitlán.
Ya abajo del auto se encontraba el chofer de la unidad y el teniente en activo, que se identificó bajo el nombre de Carlos Bolaina Osorio de 37 años, siendo el militar que señaló al taxista como la persona que en complicidad de otros individuos que viajaban en el auto de alquiler lo despojaron de su cartera y teléfono celular.
Al principio fue la versión vertida por parte del elemento adscrito a la Secretaría de la Defensa Nacional que portaba un arma de fuego y 54 cartuchos útiles que guardaba en una mochila, escuchándose el taxista que repeló lo dicho al asegurar que fue la víctima cuando el militar trató de asaltarlo con el arma de cargo.
CONATO DE VIOLENCIA ENTRE POLICÍAS Y MILITARES
A los pocos minutos llegaron dos unidades del 45 Batallón, descendiendo un grupo de militares que trató de rescatar al teniente involucrado en el zafarrancho, provocando un conato de violencia entre los dos grupos.
Entre discusión, gritos y las agresiones verbales, tanto policías como militares abordaron sus unidades y como si se tratara de un hecho de suma importante emprendieron el viaje con dirección a la base de la Policía Naval.
Con sirenas y torretas abiertas, los uniformados atravesaron la avenida Justo Sierra y el Bulevar Institutos Tecnológicos alertando a la población que de inmediato mediante redes sociales comenzó a especular sobre un hecho mayor.
Sin embargo todo fue por las prisas y la forma de medir fuerza entre ambas corporaciones que al llegar al Ministerio Público procedieron a entregar al taxista que por cierto se negó a proporcionar sus generales y al teniente.
Ambas personas fueron presentadas ante el MP y siendo el militar que terminó encerrado, aunque previo a esto dejaron el susto a la población y originaron el riesgo de protagonizar algún accidente al usar velocidad inmoderada cuando ya los implicados se encontraban asegurados.