OMAR VÁZQUEZ VALENCIA
Minatitlán
Al cierre de la edición Policías adscritos a la división Marítima, en coordinación de elementos de Protección Civil Municipal,
reforzaban las tareas de búsqueda y ubicación de un hombre que a las 17 horas se arrojó a las aguas del río Coatzacoalcos y que hasta las 21 horas no era localizado, naciendo la presunción sobre su fallecimiento.
Testigos de los hechos, refirieron que el individuo, cuya edad, oscila entre los 30 y 35 años, portaba un uniforme de la empresa Keken (distribuidora de cerdos en Cosoleacaque) y que repentinamente y en estado de ebriedad, se instaló sobre la calle Francisco I. Madero de la colonia Centro.
Al estar en el muro de contención, empezó a despojarse de la playera y chompa, ingresando con pantalón y por su propia voluntad a la orilla del río, bajo el argumento que se bañaría al no soportar las altas temperaturas, desde ese momento desapareció entre la corriente del caudal.
Las personas que apreciaron y escucharon lo anterior, activaron los servicios de Protección Civil (PC) llegando los elementos que comenzaron en primera instancia con un intento de rescate, posteriormente todo se abocó a la búsqueda de la probable víctima.
POLICÍA NAVAL OBSTRUYE LABOR PERIODISTICA
Al arribar representantes de los medios de comunicación, se inició con la labor periodística, 30 minutos más tarde y, en sentido contrario, hicieron presencia, elementos del Mando Único, encabezados por una dama con uniforme.
De manera inesperada inició el cuestionamiento para quienes nos abocamos a la cobertura informativa cuestionando en más de una ocasión sobre la presencia de quienes debidamente identificados ejercimos el periodismo policiaco.
Tras convencerse del motivo de la presencia de la prensa, comenzó la intimidación tomando una serie de gráficas con su teléfono celular a quienes dábamos cobertura al incidente.
Es necesario destacar que, la elemento de la Policía Naval, arribó a la calle Madero a bordo de la patrulla SP-1798 en sentido contrario, alarmando a la población con sirenas y torreta abierta, acto que siquiera los rescatistas tomaron como medida necesaria, poniendo en riesgo la vialidad e integridad de los peatones.