Enrique Burgos
Minatitlán, Ver.
Max, un perro criollo de la zona rural de Minatitlán fue asesinado por un vecino de la comunidad de Las Ánimas, solo porque se metió al terreno de un familiar del agresor.
La tutora de Max, ha vivido un calvario desde que se presentó el ataque con arma de fuego en contra del perro, primero porque no tenía posibilidades económicas para llevarlo al veterinario, posteriormente para presentar la denuncia, pues hasta la necropsia de ley, le pedían 5 mil pesos y tuvo que venir hasta Coatzacoalcos.
La mujer llego con el perro en un costal y una bolsa, el martes por la mañana un sujeto plenamente identificado le dio un balazo.
“Mi perro era parte de la familia y sobre todo porque se tenían mucho cariño con mis hijas y pues mis niñas lo están sintiendo mucho, voy hacer lo posible porque le hagan justicia”, expresó Elsy Flores.
Elsy explicó que el sujeto argumentó que Max se metió en el terreno de su suegro, pero de acuerdo con vecinos, el perrito iba caminando frente al domicilio cuando el sujeto sacó un arma y le disparó, la bala atravesó el cuerpo del Max y tras agonizar, falleció.
El ataque generó tristeza en la familia de Max, pero también molestia entre los pobladores, aseguran que, si no se hace justicia, este sujeto puede seguir atacando a más animales o incluso a personas.
“Yo siento que esto es injusto la verdad imagínese si ahorita lo hizo con el perro, luego quien será, que le dé gracias a Dios porque no andaba mi niña con el perro, porque le digo que el perro no se despega a mis hijas”, comentó.
Tras presentar la denuncia, el cuerpo fue trasladado a un veterinario certificado por la autoridad para realizarle la necropsia, parte esencial del proceso judicial que ha iniciado.
La tragedia resonó entre activistas por los derechos de los animales, quienes han decidido apoyar a Elsy en su búsqueda de justicia, ya que en un principio atravesó varias dificultades para poder iniciar el proceso, como el costo de la necropsia.
El maltrato animal es un delito en Veracruz y de comprobarse que el agresor es culpable, podría pasar hasta dos años en la cárcel.