1 de Mayo de 2025

Faltan acciones preventivas contra el paludismo en el país

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  • Junto con los tratamientos preventivos y el diagnóstico oportuno se puede disminuir su impacto. Ejemplo de ello son estados como Nayarit, que estaba en color “rojo” hace unos años, pero ha reducido su incidencia y ahora está en “amarillo”.

Redacción
Ciudad de México

Para erradicar el paludismo en México, como lo han logrado otras naciones de la región, se requiere ampliar el rango de tratamientos y tomar mayores acciones de prevención, afirmó el académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, José Luis Alfredo Mora Guevara.

Aunque por ahora la vacunación está centrada en África, por la gravedad de dicho mal en ese continente, la meta es que se aplique en nuestro país en las zonas endémicas, añadió el también secretario de Desarrollo Académico de la mencionada entidad universitaria.

Junto con los tratamientos preventivos y el diagnóstico oportuno se puede disminuir su impacto. Ejemplo de ello son estados como Nayarit, que estaba en color “rojo” hace unos años, pero ha reducido su incidencia y ahora está en “amarillo”.

En 2023, en el ámbito mundial, se produjeron 263 millones de nuevos casos de esta afección que también se conoce como malaria, y hubo casi 600 mil muertes en 83 naciones, según información de la Organización Mundial de la Salud (2024), entre ellos Nigeria, República Democrática del Congo, Uganda, Mozambique, India, Indonesia, Bangladesh, Sudán, Somalia y Yemen.

En América se registra sobre todo en Venezuela, Brasil y Colombia. También en México: en 2023, 44 confirmados, el 73 % menos que en 2022; 303 importados en la población en situación de movilidad que ingresa a la nación, de acuerdo con cifras del Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades.

El universitario detalló que en nuestro territorio la mayoría se registra en el sureste: Chiapas (61.4 %), Oaxaca (15.9), Campeche (13.6) y Tabasco (9.1). Datos de dicho Centro indican que los 15 autóctonos contabilizados en el primer trimestre de 2024 se distribuyeron en Chiapas (60.6 %), Oaxaca (20), Chihuahua (13.3) y Campeche (6.7).

Mora Guevara aclaró que, en contraste, hay países americanos libres del padecimiento, como Paraguay, Argentina, Costa Rica, Cuba y Perú.

Prevenible

Entrevistado con motivo del Día Mundial del Paludismo, que se conmemoró el 25 de abril, y este año lleva por tema “La malaria termina con nosotros: reinvertir, reimaginar, reavivar”, abundó: “Es un padecimiento infeccioso causado por parásitos del género Plasmodium, trasmitidos por la picadura de mosquitos hembras del género Anopheles”.

Ese insecto se encuentra en el mundo en las zonas tropicales y no habita más allá de mil metros de altura; “esperemos que con el cambio climático esto no cambie”. Sin embargo, se conocen casos en Ciudad de México, por ejemplo, por personas que se infectaron al viajar.

Los síntomas inician de 10 a 15 días después de que el insecto infectó al paciente: fiebre vespertina y nocturna de 40 grados centígrados, escalofrío y malestar general con cefaleas. También inflamación del bazo (esplenomegalia); de 15 a 30 días aparece anemia, porque al madurar dentro de los eritrocitos los parásitos los destruyen.

Hay cansancio y fatiga, deterioro del estado de conciencia, convulsiones o dificultad al respirar. Con P. falciparum y P. malariae puede haber sangrado en orina u orina de color oscuro. Ahí inicia la coloración amarilla de ojos y piel, hemorragias anormales, daño renal y cerebral agudo, precisó.

El tratamiento

El diagnóstico es relativamente sencillo: frotis de sangre (observar al microscopio la apariencia de las células sanguíneas para identificar la presencia del parásito), pruebas de diagnóstico rápido que detectan antígenos (proteínas producidas por los parásitos en la sangre) y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

Sobre el tratamiento, Mora Guevara dijo que es diverso, con medicamentos de la familia de las quininas. Recientemente, se usan la cloroquina con hidroxicloroquina para tres de las cuatro formas de paludismo (con excepción de P. falciparum), así como quinina y quinidina, sobre todo para la enfermedad grave, y la primera, en el embarazo, junto con antibióticos. Las medicaciones de punta incluyen atovacuona-proguanil y mefloquina.

Además, hay vacuna antipalúdica (RTS,S/ AS01) que se utiliza en niñas y niños, la cual presenta una buena respuesta, en particular contra P. falciparum. En octubre de 2023 la Organización Mundial de la Salud recomendó una segunda, más segura y eficaz: R21/Matrix-M, que se usa en África, donde están los casos más descontrolados del mal.

La malaria se previene utilizando mosquiteros y repelente contra mosquitos (los que contienen icaridina), serpentines o vaporizadores de fumigación, ropa con manga larga y pantalones, por ejemplo.

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DESTACADO
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ASESINO IMPLACABLE

El paludismo o malaria es una enfermedad potencialmente mortal causada por el parásito Plasmodium, el cual es transmitido al ser humano por la picadura de un mosquito Anófeles infectado.

Los síntomas de la enfermedad pueden incluir fiebre, vómito, escalofríos y/o dolor de cabeza.

“Es una enfermedad relevante, sobre todo en África, donde afecta a mujeres embarazadas y niños, principalmente”, afirmó Lorena González López, académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina.

Con motivo del Día Mundial del Paludismo, que se conmemoró este 25 de abril, la especialista dijo que, afortunadamente, en México la situación ha cambiado en las últimas décadas. “Estamos debajo de los 200 casos por año, en 2022 hubo un acumulado de 118 casos, y en este año en la semana 14 llevamos reportados unos siete casos, lo cual es muy positivo”, señaló.

La también académica del Instituto Nacional de Salud Pública agregó que estas cifras se han logrado gracias a que, desde hace algunos años, el país se comprometió a erradicar el paludismo. “Esperamos que en 2025 ya no existan casos de manera autóctona y seamos certificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un país libre de paludismo”.

De acuerdo con información de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la forma clásica de manifestación de este padecimiento en el organismo es mediante fiebre, sudoración y escalofríos, que aparecen 10 a 15 días después de la picadura del mosquito. Las muestras de sangre son examinadas con un microscopio para diagnosticar el paludismo. El parásito es detectado dentro de los glóbulos rojos. Las pruebas de diagnóstico rápido (RDTs) son usadas para diagnosticar la enfermedad en áreas remotas, en donde el microscopio no puede ser utilizado.

En su página electrónica, la OPS advierte que los parásitos Plasmodium vivax y P. falciparum son los más comunes, mientras que la P. malariae y P. ovale son parásitos menos conocidos. De todos estos, la infección adquirida por P. falciparum es la más fatal si no es tratada a tiempo y puede tener serias complicaciones renales y cerebrales, e incluso causar la muerte.

González López señaló que P. falciparum es muy común en África, pero afortunadamente desde 2017 existe una vacuna aprobada por la OMS que ha reducido las muertes. En el caso de México, el parásito es P. vivax, para el que no hay vacuna todavía.

La especialista dijo que en México este padecimiento se da en regiones específicas del norte: Chihuahua y Sinaloa; y del sur: Chiapas (donde hay la mayor cantidad de casos), Tabasco y Campeche.

El Informe Mundial sobre la Malaria 2022 de la OMS indica que el número de muertes por esta enfermedad se redujo entre 2020 y 2021, pasando de 625,000 a 619,000, pero superó las 568,000 muertes por malaria ocurridas antes de la pandemia.

En tanto, los casos de paludismo siguieron aumentando en 2021, pero a un ritmo más lento en comparación con el periodo 2019-2020: los casos se estimaron en 247 millones en 2021, 245 millones en 2020 y 232 millones en 2019.

Según el informe, 11 países mantienen la mayor carga de esta enfermedad: Burkina Faso, Camerún, República Democrática del Congo, Ghana, India, Mali, Mozambique, Níger, Nigeria, Uganda y la República Unida de Tanzania.

Entre las medidas preventivas se recomienda el uso de mosquiteros impregnados con insecticida y el rociado interno residual de los insecticidas; sus funciones consisten en disminuir el riesgo de las picaduras de los mosquitos infectados.

González López recomendó utilizar ropa de manga larga y repelente para la piel, y seguir manteniendo los pabellones para los pacientes.

El paludismo es prevenible y curable; sin embargo, mata a un niño o niña cada dos minutos. La OPS calcula que aproximadamente la mitad de la población mundial corre el riesgo de contraerla, sobre todo los residentes de países de bajos ingresos. En América se considera que 132 millones viven en áreas de riesgo de contraer este mal. Son especialmente vulnerables quienes viajan de zonas libres de paludismo a regiones donde la enfermedad es frecuente.

El Día Mundial del Paludismo, instaurado por los Estados miembros de la OMS en 2007, es una buena ocasión para subrayar la necesidad de invertir permanentemente y mantener los compromisos para prevenir y controlar esta enfermedad.


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