LILIANA CORONA SAYUNE
Nanchital
La Historia de Arturo Enríquez, es lamentable. Hace poco más de un mes, recibió una golpiza en la entrada de Nanchital, una persona desconocida se bajó de un taxi y lo agredió de manera salvaje, ocasionándole daños cerebrales irreversibles y que hoy lo mantienen postrado en una cama.
Es trabajador transitorio del complejo petroquímico Cangrejera, el pasado 9 de mayo era un día normal en su vida, se disponía a esperar el camión que lo llevara a la ciudad de Coatzacoalcos en donde radicaba, cuando fue agredido, ensangrentado, tirado en el piso, fue auxiliado por los cuerpos de seguridad, esa noche le cambió la vida.
Fue atendido de emergencia en el hospital de Pemex en Nanchital, donde estuvo internado más de un mes, pero debido a su condición de salud fue dado de alta para que fuera vigilado en su casa; sin embargo, la pobreza en la que vive su madre, Doña Elia, ha impedido que pueda permanecer en la casa de su progenitora, en la colonia San Agustín.
A “Arturito”, no lo desampararon sus amigos. Como Tomás Gutiérrez, quien desde la noche de la agresión ha permanecido al tanto de la salud de su amigo y ahora se ha hecho responsable de los cuidados del hombre de 54 años, quien pasa los días calurosos postrado en una cama, dependiendo plenamente de la buena voluntad de algunas de sus amistades.
Arturito necesita ayuda, requiere alimentos, material de curación, pañales, toallitas húmedas, guantes, bolsas especiales para la sonda que lo alimenta, pero también requiere ayuda para solventar los gastos de la persona que lo cuida.
“Queremos apoyar a Arturito, la verdad es una situación muy difícil, no sabemos si va a salvar la vida, no sabemos el tiempo que va a estar así, lo que queremos es que esté bien y en verdad requerimos la ayuda de los nanchitecos”, dijo su amigo Tomás, a quien pueden contactar a través del número telefónico 921-20- 3 -66 -30.
En un acto de buena fe, el director de El Heraldo de Coatzacoalcos, el licenciado José Luis Pérez Negrón, acudió a visitar a Arturo, externando a doña Elvia y a Tomás su apoyo y contribuyó con un donativo para poder solventar los gastos que se generan por el cuidado del dicha persona.
Arturo, reconoció el rostro de Pérez Negrón, a quien con un fuerte apretón de manos le agradeció el apoyo y su visita en esta situación tan difícil de su vida.
No habla, su mirada se ha convertido en su voz, su estado físico es deprimente, las secuelas del golpe lo dejaron al borde de la muerte, pero son evidentes sus ganas de vivir.
Por ahora, Arturo permanecerá en una casa que se ubica justo en la parte de atrás de conocida pizzería del centro de Nanchital, misma que es facilitada por una de sus amistades, quienes de esta manera están apoyando a que los días de su amigo sean más placenteros.
“Las personas de buena voluntad que nos quieran apoyar, serán bien recibidos, puede ser en especie o en efectivo, las necesidades que tiene Arturo son muchas y la buena voluntad hará que sus días sean más tranquilos”, dijo su amigo Tomás.
