Durante las horas pico, el tráfico en las principales avenidas de Nanchital se ralentiza.
Martín Cruz
Nanchital, ver.
En un caos se convierten los cruceros de la ciudad en las horas pico ante el incremento del parque vehicular y la falta de elementos de tránsito que regulen el flujo, ya que los todos los conductores quieren pasar al mismo tiempo dejando al descubierto la falta de cultura vial, siendo ellos los principales promotores del desorden.
Al menos en el crucero que forman las calles Lázaro Cárdenas y Emiliano Zapata, a un costado de conocida tienda, el problema de los embotellamientos es preocupante, ya que no existe el respeto de los conductores quienes a toda costa, sin privilegiar el uno por uno, atraviesan las calles fomentando la cultura del caos vial.
Y si a esto le agregamos la falta de elementos de tránsito en la ciudad, el problema se torna más preocupante, ya que por parte de la corporación de vialidad no existe la posibilidad de incrementar la vigilancia en los cruceros, ya que los pocos elementos se reparten en la zona escolar y comercial dejando en el abandono otros sectores neurálgicos de la ciudad.
Para los elementos de vialidad, hasta cierto punto el trabajo que desempeñan es desgastante, ya que los conductores se niegan a cooperar para hacer menos estresante la densidad vehicular en los horarios escolares, puesto que “valiéndoles” el tráfico se estacionan o detienen en áreas prohibidas. Por otra parte, el uso de los semáforos sería contraproducente, ya que en lugar de beneficiar, terminarían de estrangular las calles con las enormes filas de autos, razón por la cual la mayoría de estos equipos permanecen apagados.
