De las 45 meretrices que se encuentran registradas ante el Ayuntamiento, solo queda la mitad realizando este oficio.
Martín Cruz
Nanchital, Ver.
El oficio más antiguo del mundo también se ha visto amenazado por la inseguridad, ya que muchas de las féminas que se dedicaban a brindar servicios sexuales en bares o cantinas han puesto tierra de por medio, mientras que algunos negocios con venta de cerveza optaron por cerrar.
De acuerdo a información obtenida, de un padrón de 45 sexoservidoras que se encuentran registradas ante el ayuntamiento, solo queda la mitad realizando este oficio.
“El padrón de meretrices bajó aproximadamente en un 50%, aunque en época de fiestas regresan, ya que continúan registradas en el padrón” citó una fuente.
Las edades de las féminas fluctúan entre 20 y 42 años; mismas que cada tres meses deben presentar sus exámenes de laboratorios de VIH y VDRL.
“La exploración física de las sexo-servidoras se llevaba a cabo cada semana, pero a falta de un espacio adecuado tuvo que suspenderse, sin embargo es a través de los laboratoriales trimestrales que se revisa el estado de la salud en que se encuentran”, abundó nuestra fuente.
El ayuntamiento está por asignar un espacio para atender a las meretrices que aún ofrecen sus servicios en Nanchital, pues anteriormente se atendían en la Cruz Roja, pero esto causaba molestia de modo que se tuvieron que suspender las exploraciones físicas.
En la actualidad, son pocas las féminas que realizan esta actividad al menos en el municipio por la inseguridad, toda vez que corren el riesgo de verse en peligro y si acuden a los bares lo hacen muy forzadas para cubrir alguna necesidad apremiante.