Martín Cruz
Nanchital, Ver.
Cada año con el Miércoles de Ceniza, los católicos inician el tiempo de la cuaresma, periodo en el que la liturgia de la iglesia católica invita a una reflexión y actuación sobre la vida, refirió el párroco de la iglesia San Nicolás de Bari, Uriel Yépez González.
“Con el Miércoles de Ceniza estamos iniciando el periodo de Cuaresma, 40 días en que Dios nos concede la gracia de irnos preparando para celebrar el misterio Pascual, Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, tiempo que está lleno de muchos signos, que nos invita siempre a la conversión, especialmente la palabra de Dios que se hace presente para invitarnos a buscar actitudes concretas, que nos lleven a vivir una mejor vida cristiana” explicó.
La imposición de la ceniza en forma de cruz en la frente nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitivamente se encuentra en el cielo, agregó.
“La imposición de la ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña a que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad” recalcó.
Dijo que los católicos de Nanchital acudieron a tempranas horas a la imposición de la ceniza, pero llamó a los fieles a no tomarlo como un signo externo, sino que los creyentes le encuentren un sentido para tener una vida más plena en el evangelio.
“Antiguamente la ceniza se usaba para expresar nuestra condición de mortales; los judíos acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también como signo de deseo de conversión de la mala vida a una vida con Dios” concluyó.