Daniela Wachauf
CIUDAD DE MÉXICO
En poco más de cuatro años, es decir, del 1 de enero del 2019 al 10 de abril del 2023, se han registrado 810 desapariciones de migrantes de Centroamérica y Sudamérica en nuestro país en su intento de llegar a Estados Unidos de acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).
En este lapso hay nueve estados que concentran los más altos registros de desaparición de extranjeros y son: Coahuila (125); Chiapas (57); Veracruz (56); Tabasco (56); Tamaulipas (55) y Chihuahua (46).
Le siguen Nuevo León (38); Jalisco (33) y Sonora (31).
Especialistas describen que las desapariciones son ejecutadas principalmente por los cárteles de Sinaloa, del Golfo y Jalisco Nueva Generación (CJNG), derivado de la pugna que existe por el derecho de paso entre los corredores hacia el norte, lo que lleva a que los extranjeros padezcan secuestro, extorsión y hasta reclutamiento forzado a sus filas.
Rubén Ortega, integrante del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara (UdeG), expresa que existe un triángulo.
"Es un triángulo del terror migrante, porque van a bordo de vehículos o caminando y a cada rato los van extorsionando o los cambian de ubicación, y después desaparecen", precisa.
El también académico señala que en algunos casos los emplean como una especie de trabajadores casi esclavos en distintos lugares, por ejemplo, sembradíos, bodegas, laboratorios e incluso en labores de halconeo.
"En un sinnúmero de tareas refuerzan las estructuras de los cárteles que se quedaron en algunas ciudades o regiones de las rutas de los migrantes. También hay un corredor del terror que comprende Chiapas, Tabasco, Estado de México y Tamaulipas, entre otros", asevera.