- La ciudad de Campeche, en tanto, luce tapizada de anuncios sobre el penúltimo informe del presidente
El Universal
Campeche, Camp.
Horas antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador aborde por primera vez el Tren Maya, los trabajadores se encuentran apurados en la estación, aún inconclusa, de esta ciudad.
A 6.7 kilómetros del centro de Campeche, debido a la resistencia de los habitantes a permitir el ingreso del Tren a la antigua estación del ferrocarril, a la orilla del periférico hay montones de tierra y lodo por la lluvia del medio día, las paredes y el techo de la estación siguen inconclusos, una máquina aplana el pavimento recién colocado en la explanada y los obreros ultiman también el pasto y las palmeras colocadas hace dos días.
Es la Estación S.F. Campeche y se prevé que aquí suba López Obrador por primera vez al Tren Maya este viernes una vez que haya rendido su Quinto Informe de Gobierno.
El recorrido será hacia Mérida, a 158 kilómetros de aquí, hacia la salida de un gigantesco puente de 1.5 kilómetros aproximadamente; del otro lado, las vías se meten a la selva rumbo a la estación de Edzná.
Sobre el periférico, militares uniformados y vestidos de civil colocaban esta tarde las vallas para evitar el paso a las obras.
Los trabajadores que salían con lodo en las botas sabían que el presidente será pasajero este viernes.
La ciudad, en tanto, luce tapizada de anuncios sobre el penúltimo informe de López Obrador.
"Bienvenido presidente ¡Es un honor estar con Obrador!", dicen los espectaculares y carteles colocados desde la salida del aeropuerto y por todas las calles de la capital del Estado gobernado por la morenista Layda Sansores.
Junto a la foto del presidente, en colores guindas de Morena, aparece también la imagen del Tren Maya, la mega obra cotizada originalmente en 140 mil millones de pesos y que, cuando esté terminada, recorrerá mil 554 kilómetros por cinco estados.
"Llueva, truene o relampaguee", ha dicho López Obrador para prometer que estará lista en diciembre próximo, a pesar de las lluvias, las protestas de ambientalistas y de quienes acusan la destrucción de zonas ricas de restos arqueológicos.
El Tren Maya se ve ya desde el cielo, una raya color beige a través de la selva devastada.