Redacción
Coatzacoalcos, ver.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Sur informa a cerca de la intolerancia a la lactosa que es la incapacidad de ingerir el azúcar de la leche y se trata de una afección que se presenta con mayor frecuencia en personas de la tercera edad, bebés prematuros y en personas con enfermedades o lesiones del intestino delgado.
La gastroenteróloga del Hospital General Regional (HGR) No. 1 de Orizaba, comentó que este padecimiento también es conocido como “absorción insuficiente de la lactosa”, el cual generalmente es inofensivo; sin embargo, los síntomas pueden ser desagradables, ya que después de haber consumido algún lácteo pueden presentarse gases, cólicos, hinchazón, diarrea o vómito.
Puntualizó que, al no poder digerir el azúcar de la leche, ésta pasa directamente al colon, donde las bacterias la fermentan y producen cambios osmóticos, gases y ácidos grasos de cadena corta, que provocan un alto contenido de líquidos en las evacuaciones de los niños, al igual que ácidos, gases y lactosa.
La especialista del IMSS explicó que, por lo general se debe a la baja producción de lactasa, una enzima que se produce en el intestino delgado y aunque muchas personas tienen niveles bajos de la misma, si realmente existe intolerancia a la lactosa, se generan síntomas poco después de consumir alimentos lácteos.
Detalló que, existen tres tipos de intolerancia a la lactosa debido a que hay diferentes factores que producen la deficiencia de lactasa, existe la intolerancia primaria, secundaria y congénita o del desarrollo.
En la intolerancia primaria la producción de lactasa disminuye drásticamente, lo que hace que este tipo de productos resulten difíciles de digerir en la edad adulta, la secundaria aparece después de una enfermedad, lesión o cirugía que afecte al intestino delgado y, por último, la congénita que afecta a bebés que nacen con ausencia total de lactasa, ya que este trastorno es hereditario.
Por último, recomendó acudir a su Unidad de Medicina Familiar más cercana en caso de presentar síntomas de intolerancia a la lactosa después de consumir productos lácteos, para que reciba la atención adecuada y se evite poner en riesgo su salud.
