AGENCIAS
MÉXICO
Luego del fallecimiento de su hermano durante la construcción de una lujosa casa, Francisco comienza una impensada vida junto con un grupo de albañiles, en cuya cotidianidad resurgen valores, errores, ambiciones y deficiencias morales.
La cinta Mano de obra, escrita y dirigida por David Zonana, que se estrenará en salas el 1º de octubre, es uno de los largometrajes nominados al premio Ariel en la categoría opera prima, además de estar entre los candidatos a mejor guion original y mejor actor, cuya ceremonia se realizará en formato virtual el 27 de septiembre.
En la historia, Francisco (Luis Alberti) se entera de que su cuñada viuda no recibirá ninguna indemnización del dueño de la casa, lo que se conjuga con otros incidentes que encaminan a Francisco a buscar justicia junto con otros compañeros de trabajo al confrontar su vida, llena de carencias y opresión.
Zonana prefirió incluir la participación de albañiles reales, quienes dieron un toque divertido, puntilloso y popular que se captó en la película, la cual ha tenido gran aceptación en festivales nacionales e internacionales y obtuvo numerosos premios en 2019.
En charla con La Jornada, Zonana dijo sobre su opera prima: Surge de la necesidad de contar mi versión de lo que sucede en México y Latinoamérica en distintos niveles; en primer lugar, la falta de igualdad, los contrastes sociales y económicos que existen.
Por otro lado, prosiguió, me interesó analizar los movimientos políticos que han surgido, donde los líderes aparecen debido a la necesidad de cambio, de hacer justicia, pero muchas veces las revoluciones se quedan en ideales, es decir, se pierde la línea de lo que se quería lograr, porque los dirigentes terminan empoderándose, corrompiéndose y repitiendo la misma opresión contra la cual estaban peleando.
En realidad, es una cinta política, en cierta forma, que habla de los líderes que suben al poder y terminan en la corrupción. Hice la metáfora a partir de la construcción de una casa que erigen con sus propias manos, la cual no pueden ofrecer a su familia. Esto es lo triste que tiene México y por eso elegí este mundo para contar la historia.
El cineasta puntualizó: De manera independiente al sistema que nos encontremos, las deficiencias morales individuales son las que terminan corrompiendo; si queremos entender las sociedades, la política y la economía, debemos ver al humano como individuo y las deficiencias que tiene.
Zonana, quien ha realizado tres cortometrajes (Princesa, Sangre Alba y Hermano), dijo que Mano de obra ha sido un impulso para seguir trabajando en el cine, pero también busca que haga pensar y entretenga a las personas.
Agregó: Hacer una película es una batalla intensa en términos personales, emocionales y operativos, como su realización, fondeos y crear una historia que sea interesante. Es una batalla que se disfruta y una vez que se culmina vienen los frutos, que provocan placer al ofrecerla al público.
Con Mano de obra, Zonana pretende generar conciencia, abrir panoramas y reflejar realidades con temas sensibles, los cuales no pueden estar fuera de nuestro pensamiento, día a día. Espero que el público vea la cinta y abra los ojos a una realidad que muchas veces nos es ajena o queremos olvidar. Es el objetivo que pretendemos mediante el arte.
El largometraje se filmó en una casa de El Pedregal, así como en locaciones en Jalalpa, barrio donde pertenecían los albañiles. Los contrastes son naturales y eso es lo más fuerte porque pasamos de una residencia hasta el lugar donde habitan los trabajadores, quienes evidencian un nivel de vida mucho menor en cuanto a dignidad y lujo; incluso, con excepción del protagonista, todos son albañiles reales, lo cual dio una chispa interesante y de comedia. Ellos son muy divertidos y tienen dinámicas interesantes que funcionaron para darle realismo a la cinta