*El actor Ignacio López Tarso dice que tampoco tuvo ningún comentario de Traven sobre su personaje
Agencias
Ciudad de México
Ignacio López Tarso se encuentra bien de salud, y mejor aún, está contento porque por fin, tras varios meses de encierro, pudo recibir la visita de su nieto, el baterista Antonio Sánchez, la esposa de éste, y la visita de su hija Susana López Aranda, así como la de sus demás familiares, quienes tomando las medidas necesarias, se reunieron con él hace dos días. El primer actor también prepara las funciones virtuales de Macario, el ahijado de la muerte, junto a su hijo Juan Ignacio.
En entrevista, desde su estudio, el actor recordó la filmación de la película, en específico esa escena en la que Macario está con la muerte en una gruta llena de veladoras, y ésta le explica que ellas representan la vida.
“En este momento se estarían apagando muchas velas por la pandemia, así pasó con otras enfermedades terribles. En pantalla son cinco minutos de imagen, pero eso nos llevó dos semanas de trabajo”, cuenta.
La historia se hizo película en 1960, bajo la dirección de Roberto Gavaldón, guión de Emilio Carballido y fotografía de Gabriel Figueroa, quien, por cierto, le prometió a López Tarso presentarle a B. Traven, autor de la novela que hicieron película, pero desafortunadamente no ocurrió.
“Desde que me dieron el libreto, Gabriel me felicitó por haber sido designado intérprete de Macario y me dijo: ‘yo te prometo que vas a conocer a Traven y cuando prometo algo es porque estoy seguro de que lo puedo cumplir’, pero es una deuda que se llevó. Nunca tuve un comentario de Traven sobre Macario, ni ningún contacto con él”, relata.
Macario, el ahijado de la muerte tendrá dos funciones, el 1 de noviembre a las 20:00 horas y una función interactiva el día 2 a las 22:00 horas. Los artistas estarán acompañados de dos personas más en escena, desde un lugar específico.
“En realidad es un cuento de la tradición oral mexicana, del siglo XVIII o XIX que le contaban a mi padre en el rancho donde él nació y se llamaba El ahijado de la muerte, no Macario”.