*Lamentablemente las poblaciones de pingüinos en el mundo han disminuido y han sido muy afectadas por los seres humanos
Agencias
Ciudad de México
Una piedra para muchos puede ser algo insignificante, pero para un pingüino es el símbolo del amor y de la creación de la vida, así nació Alex, después de que su papá Beto le regara a su madre Mary una piedra, un milagro de la naturaleza que celebra México.
“La temporada de anidación inicia en septiembre cuando se forman las parejas, llevan piedras redondas, piedras de río y con esas piedras, que ponemos en un lugar estratégico, ellos van a buscarlas, las recogen y empiezan a hacer su nido, pero para formar la pareja le ofrecen una de las piedras a la hembra, los machos son los que hacen esta actividad y si la hembra la acepta hacen pareja, es como un regalo para ellas, hacen el nido y una vez puesto el huevo tarda 35 días para nacer”, comenta Víctor Sánchez, director de Acuarística del Acuario Inbursa.
Lamentablemente las poblaciones de pingüinos en el mundo han disminuido y han sido muy afectadas por los seres humanos es por eso que el mundo celebra está esperanza de sobrevivencia de la especie, sobre todo porque se dio en un país con temperaturas cálidas, manifiesta el director.
“Teníamos que igualar las condiciones que tenían en la Antártida que es donde vive esta clase de pingüinos, la temperatura la tenemos a seis grados, en el aire, en el agua, los sistemas de filtración hacen que el agua se filtre 45 veces en un sólo día, el aire se filtra 15 veces cada hora no se deja pasar un objeto extraño que sea mayor de 3 micras, que son 3 milésimas de metro. Le hemos dedicado mucho, mucho tiempo esfuerzo, nos hemos colaborado con gente de España, Argentina, Canadá, incluso de Dubái porque ellos tienen un pingüinario muy famoso y ellos nos han apoyado mucho”, explica.
Fue un esfuerzo titánico el que hizo todo el equipo del Acuario señala, sobre todo porque de alguna manera ha tenido que salir a flote tras su cierre por la pandemia que enfrenta el país, que, aunque ya había abierto sus puertas con el semáforo naranja, tuvo que volver a cerrar nuevamente al cambiar a rojo.
“Fue la dedicación de checar dietas, que el habitad donde están ellos sea similar a donde viven normalmente, la temporada anterior tuvimos puesta de huevos, sin embargo, no fueron fértiles, en esta ocasión que empezó la temporada en septiembre del 2020, tuvimos la fortuna de esta puesta, que tardó 35 días de salir del huevo y salió muy fuerte, es un animal con mucha energía, del tamaño de un pollito, es muy fuerte, pero al mismo tiempo frágil para su edad”, indica.
El bebé mexicano fue llamado Alex y nació el 2 de diciembre, hasta el momento mide 20 centímetros, pero va a llegar a medir 75 centímetros en su edad adulta con un peso arriba de ocho kilos.
“Nuestros expertos estuvieron las 24 horas checando que no lo aplastara su mamá, para que no lo picotearan los otros pingüinos, se sacaba cada día para pesarlo medirlo, se registra cuando come, cuando su madre le da de comer, y en su momento cuando empezó a aceptar alimento por parte de nuestros cuidadores y en el transcurso de un mes y medio que ha pasado desde que nació, ganó peso increíble ahorita pesa un kilo 700 gramos es una muñeco de peluche precioso, se siente al tacto igual porque tiene apenas unas plumas que no le permiten nadar y estamos al pendiente para que no caiga al agua, en estos días empieza a hacer su cambio de plumaje”, detalla.
Por otro lado, explica que no escatiman en el cuidado del pequeñín, su alimento es traído desde Alaska, son pescados como el arenque que son de aguas frías ricas en ácidos grasos y cubren las necesidades nutritivas de estos animales y resalta que también se hace el mismo esfuerzo para todas las especies del acuario que también tienen programas de reproducción para medusas, tiburones, corales, ajolotes, especies también en peligro de extinción.