25 de Noviembre de 2024

Isela Vega no sufrió

*Famosos como Verónica del Castillo, Fabiola Campomanes y su par Rafael Inclán, acudieron a la funeraria para despedirla

Agencias

Ciudad de México

Durante sus últimas horas de vida, Isela Vega no sufrió, pero si tenía momentos lúcidos y delirio, producto de la sedación que presentaba.

Tania Vázquez, su nieta, fue de las últimas personas que tuvo contacto con la actriz de 81 años, a la que le detectaron cáncer el mes pasado. La enfermedad hizo metástasis en la cabeza.

“De pronto decía cosas muy raras, un momento me dijo que ya no aguantaba su cuerpo”, dijo la joven.

“Yo esperaba que la tuviéramos más tiempo, pero no pudo, es un momento muy triste” añadió.

El cuerpo de la protagonista de "La viuda negra" está siendo velado en una funeraria de la colonia San Rafael, donde este jueves será cremado al mediodía.

Hasta este lugar han llegado la conductora Verónica del Castillo, la actriz Fabiola Campomanes y su par Rafael Inclán. La cantante Lucha Villa envió un arreglo floral.

 “Era una señora extravagante, fuera de serie”, recordó Del Castillo.

“Tenía una personalidad positiva, divertida, hablaba con firmeza; en las películas ni sudaba, estaba muy tranquila”, refirió Inclán.

NO SABÍA QUE SERÍA ACTRIZ

El camión de redilas propiedad de su padre, al que le colocaba una sábana o trapo enfrente, para luego abrirlo como telón, fue el primer escenario de Isela Vega.

Era muy niña y, aunque no actuaba, si presentaba a otros chiquillos y tras ello se bajaba para reírse con ellos como parte del público.

"A mí me gustó siempre esto de la actuación, aunque era inconsciente mi gusto", relata Isela Vega en un libro biográfico editado por el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.

La actriz de más de 130 producciones entre cine y televisión, murió tras luchar contra el cáncer, nació en un rancho de Hermosillo, Sonora, hace 81 años.

Ahí, la segunda de siete hermanos aprendió labores del campo; sus estudios los comenzó en una escuela de monjas y continuó en una pública. Aprendió comercio, trabajó como telefonista y en una compañía minera; por una agencia de modelaje ingresó en 1959 al entonces Televicentro.

En la empresa televisiva trabajó en programas como "Max Factor, las estrellas y usted" y "Miércoles a Go -Go", en donde salía con un gran reloj en la cintura a dar la hora.

Un día le preguntaron si cantaba, dijo que si, y así debutó en el Hotel Regis, derrumbado por el terremoto de 1985.

En 1960, tras tomar algunos talleres de actuación, es invitada a participar en la cinta Tres tristes tigres, teniendo una pequeña escena en la que Luis Aguilar le canta a ella y otras chicas. Ya nadie paró a Vega.

Fue una mujer que pone en apuros a un cura en "La viuda negra"; la lépera Doña Lupe, dueña de un prostíbulo, en "La ley de Herodes"; la mujer sexy en "El oficio más antiguo del mundo" o la prima norteña en "Por mis pistolas", al lado de Mario Moreno "Cantiflas".

¿Algo más? Formó parte de ese cine que desafiaba las buenas costumbres en cuanto a sexualidad. Fue parte de "Las pirañas aman en cuaresma"; "Las apariencias engañan", "Naná" y "El llanto de la tortuga", donde sus desnudos arremolinaban a gente alrededor de la taquilla.

También fue elegida por Sam Peckinpah ("La pandilla salvaje") para integrarse a "Tráiganme la cabeza de Alfredo García".

"Sí ves que te has pasado más de 100 películas, unas 150, en el set haciendo escenas, secuencias, inventando, estudiando, todo eso, es que te has pasado la mitad de tu vida en la ficción", dijo Vega previo a recibir en 2017 el Ariel de Oro, a su trayectoria.

También incursionó en la producción y dirección, esta última en "Los amantes del señor de la noche", hecha en los albores delos 80's.

Era apenas la octava directora en la historia del cine nacional y no fue una aventura placentera, pues los técnicos hasta huelga le quisieron hacer. Ese día los enfrentó y dijo que, si no querían, estar se fueran. Nadie dijo nada.

Cosa curiosa: Isela no veía sus películas más allá del estreno. Pero no por ego o falta de autocrítica, sino porque no le gustaba mirar al pasado, sino hacia adelante. "No me gusta la idea de convertirme en una estatua de sal", dijo en una ocasión a la revista "Playboy".

Prefería quedarse con las anécdotas de sus trabajos, las cuales contaba con gusto. Como cuando filmó "La primavera de los escorpiones", con Enrique Álvarez Félix.

"Era una escena de noche, hacía mucho frío y hacía lluvia. Le dije al director (Paco del Villar) que había agua y estaba helada. Entonces me respondió que ni modo que la calentara. Ya sólo hice después el trabajo", relató durante el lanzamiento de la comedia "Más sabe el diablo por viejo".

Tuvo hijos con el cantante Alberto Vázquez y el actor Jorge Luke. A los dos los amó, afirmaba. Pero no necesariamente para vivir toda la vida con ellos.

Vega fue la niña que no sabía que sería actriz. Sólo era alguien que además de montar el escenario en el camión de redilas de su padre, le cantaba a una vieja muñeca que cargaba por todos lados.

"Y le cantaba: ven linda muñequita, ven a dormir en mis brazos, pobrecita, pobrecita, te hicieron pedazos", recordaba.


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