Obras Públicas ofreció el deslinde de los predios y asesoría técnica para que los vecinos diriman el conflicto.
Redacción
Coatzacoalcos, Ver.
La Secretaría de Obras Públicas, a través de la Dirección de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, intervino para resolver las diferencias entre vecinos de la Congregación de Mundo Nuevo, debido a la caída de un muro en los límites de dos terrenos.
Al dialogar con los dueños de los predios, María Elena Mota Antonio y Belisa Ramón de la O, la dependencia municipal ofreció el deslinde de los predios, asesoría de características de técnicas de control de un talud y proporcionar detalles de una trinchera pluvial.
El jefe de Regulación Urbana, Octavio López Domínguez, precisó que el pasado 23 de octubre, se colapsó un muro de mampostería en el domicilio ubicado en la calle José López Portillo Interior número 12, de la citada comunidad, propiedad de la primera persona mencionada.
Informó, que la jefatura a su cargo realizó inspección en el lote donde se ubica el inmueble afectado, el cual se encuentra en una zona baja, junto a un lomerío con construcciones de casas de mampostería.
“La vivienda, es de block con cubierta de lámina de asbesto de onda normal. Se observa una construcción de aproximadamente 24.00 metros cuadrados, paralela al límite del terreno y con una parte de la cubierta de lámina de asbesto dañada, por los efectos de la caída del muro perimetral”, reveló el informe.
El muro colapsado es de una longitud aproximada de 12.50 metros, se estima con base a referencias tomadas de una altura de 3.75 metros, que está edificado de blocks de gravilla, con castillos ubicados a una distancia promedio de 2.20 metros, con armado con acero de refuerzo.
“La cara de la estructura que estaba en contacto con el relleno, se aprecia una franja de repello parcial en la parte superior de 80 centímetros de ancho, el resto del mismo no tiene acabado alguno. No se cuenta con información técnica de las características y dimensiones de la cimentación que lo soportaba”, expresó. López Domínguez.
El experto en construcción, detalló que “la falla se originó por el empuje del terraplén existente, y que este se formó por los desplazamientos naturales del terreno y del depósito de residuos en esa área”.
Admitió, que al no contar con información técnica que le permita examinar las consideraciones tomadas para su construcción, se revisa haciendo las deferencias propias, tomando una cimentación de acuerdo a las dimensiones libres existentes y una altura de empuje de 3.00 metros.
“Se observa por evidencia fotográfica, proporcionada por la propietaria del inmueble descrito antes de su caída, que se carece en el muro colapsado de drenes y filtros que permitan evitar la presión hidrostática”, destacó la inspección.
De igual manera, se percibía una trabe que unía al muro con la casa existente. Esto provocó que, al fallar la barda el empuje se transmitiera hacia el inmueble y provocara fractura de láminas de asbesto y una grieta longitudinal en la cadena de remate por fallas de cortante.
Al final, la jefatura de Regulación Urbana citó a los vecinos y en reunión los invitó a conciliar y a buscar alternativas juntos para resolver su problema.
EN RIESGO ESTRUCTURAS DE CONCRETO
Por otro lado, reveló que todas las estructuras de concreto pueden presentar imperfecciones resultado de algunos factores, como sustancias químicas, acciones físicas derivadas de los esfuerzos inducidos por la naturaleza de las solicitaciones actuantes y errores de diseño o de construcción.
“Estas fuentes pueden desencadenar desperfectos que afectan directamente al muro, disminuyendo la seguridad, afectando su vida útil y convirtiéndose en un riesgo para las construcciones vecinas”, puntualizó el funcionario.
El jefe de Regulación Urbana, de la Secretaría de Obras Públicas y Desarrollo, detalló que un muro de contención debe cumplir con seguridad contra deslizamiento, volcamiento y por falla de la base.