Agencias
EFE
Mohamed Salah derribó de penalti la resistencia de un Atlético que levantó un 0-2 adverso en la primera parte, se vio con diez por la expulsión de Antoine Griezmann por juego peligroso y solo dobló la rodilla con el penalti transformado por el egipcio, que asienta al Liverpool como líder del grupo B.
En un duelo trepidante, los rojiblancos pasaron de la nada absoluta durante 13 minutos en los que el conjunto inglés desmontó su orden defensivo con el primer gol de Salah y una volea de Naby Keita a remontar el partido con dos tantos de Griezmann y obligar al meta rival Alisson Becker a dos paradas salvadoras antes del descanso. El galo pasó de ser héroe rojiblanco a dejar a su equipo huérfano tras el descanso por juego peligroso.
La ley de Salah, irreductible toda la temporada aun no siendo este su partido más excelso salvó al Liverpool con su octavo partido consecutivo marcando esta temporada y su duodécimo tanto del curso, quebró finalmente a un Atlético que mantiene el segundo puesto con 4 puntos, los mismos que el Oporto que ganó en casa al Milán (1-0).
«Dale alegría a mi corazón, la Liga de Campeones es mi obsesión», cantaban los aficionados rojiblancos en los aledaños del Metropolitano entre el humo de las bengalas. El duelo, el primero europeo con aforo al completo en el Wanda Metropolitano, no les ofreció satisfacción final, pero sí emociones. Y de las buenas.
Ante la pólvora del rival, que llegaba con 33 goles en 11 partidos oficiales, se presentó un Atlético ordenado, esperando al Liverpool, con los laterales atentos a Mane y Salah. El plan naufragó en apenas 8 minutos: los que tardó Salah en recoger un centro desde la banda contraria, amagar ante Carrasco, Lemar y Koke, que lo vigilaron más que interceptarlo, y probar el disparo entre defensas. Milner, junto a Kondogbia, hizo ademán de golpear y con su pantalla el 0-1 subió al marcador.
Viendo el partido perdido en menos de un cuarto de hora, el conjunto rojiblanco intentó jugar. Engarzó su primeras combinaciones en campo rival, comenzó a creer en que podía competir y de ello surgió un pase de Griezmann para Carrasco al que se adelantó Alexander-Arnold para mandar a saque de esquina.
Sin sus cabeceadores habituales -Giménez por lesión, Savic por sanción y Suárez en el banquillo-, optó por sacar en corto, y sorprendió. Lemar corrió la línea de fondo, puso un pase atrás y el chut de Koke emuló al de Salah, pero esta vez con Griezmann tocando el balón de forma decisiva para embocar el 1-2, que subió al marcador tras una revisión del videoarbitraje que se hizo eterna.
De un duelo que parecía decantado hacia el conjunto inglés surgió un nuevo encuentro. Uno de poder a poder. Firmino lo intentó fuera del área, y Griezmann desperdició un mano a mano ante Alisson facilitado por un pase largo de Rodrigo de Paul tras un robo del argentino a Keita.
No tardó en redimirse el galo, gracias a un arranque de genio de su heredero en el dorsal ‘7’ rojiblanco: Joao Félix. El joven portugués protagonizó un eslalon zafándose de las tarascadas de Keita para buscar a su compañero, que se anticipó a Van Dijk con un autopase largo y chutó, desde el suelo, para hacer el 2-2.
El Atlético volteó el encuentro en tiempo récord y, a diferencia de otras ocasiones, quiso más. De nuevo Joao Félix sacó la chistera para controlar con el empeine un envío de 50 metros de Trippier y plantarse ante Alisson, que atrapó el balón no sin dificultades. El meta brasileño todavía tuvo más trabajo antes del descanso: de nuevo respondió cuando Lemar le probó tras un pase al hueco de Hermoso.
Los dos técnicos corrigieron sus flancos débiles en el descanso. Simeone reemplazando a un tembloroso Kondogbia en el centro de la zaga por Giménez, y Klopp sustituyendo al goleador Keita, superado por Joao Félix, para poner en el verde a Fabinho. No perdieron dinámica en el vestuario los de Diego Pablo Simeone, que obligaron a una nueva intervención milagrosa de Alisson tras una pared entre Carrasco y De Paul que el portero brasileño sacó con la pierna.
La búsqueda local del 3-2 la paró en seco una acción desafortunada de Griezmann, que al estirar la pierna para intentar alcanzar un balón dio con la bota en la cara a Firmino. El árbitro alemán Daniel Siebert no dudó en sacar la tarjeta roja que el ‘8’ rojiblanco ni protestó, marchándose cabizbajo con la primera ovación de su segunda etapa en el Wanda Metropolitano.
Con uno más, el Liverpool encadenó ocasiones, pero sin exigir en exceso a Oblak. El partido perdió velocidad y eso parecía beneficiar al Atlético, que se defendía con uno menos.