Agencias
Esto
En apenas tres años, los Bengals pasaron de ser el peor equipo de la NFL a disputar la final de la Conferencia Americana. El sistema de competencia de la liga permite esta clase de historias, sin embargo el trabajo no se hace solo.
En Cincinnati el nombre del entrenador en jefe Zac Taylor ha tomado relevancia con el paso de las temporadas. Desde su llegada, en el 2019, el coach dedicó su esfuerzos a delinear una cuidadosa estrategia de reconstrucción que finalmente vio su frutos esta campaña.
La reestructuración de los Bengals fue meteórica, pero no sencilla. Después de 16 temporadas, el propietario Mike Brown tomó la decisión de dar por concluida la etapa de Marvin Lewis al frente del equipo. En su lugar llegó un joven entrenador de nombre Zac Taylor. No contaba con experiencia como head coach, pero había demostrado cualidades en diversos puestos de desarrollo en equipos como Dolphins y Rams.
La campaña de debut de Taylor no fue sencilla. Aún eran los tiempos de Andy Dalton. El entrenador en jefe buscó cubrirle la espalda a su mariscal con el guardia Jonah Williams, tomado en la selección 11 de un draft que no contaría con muchos jugadores de impacto. El resultado de su primera temporada no fue el esperado al finalizar con un pobre registro de 2-14. Los Bengals terminaron como el peor equipo de la liga, sin embargo, esa circunstancia les permitiría acelerar el proceso de reconstrucción. Lo mismo ocurrió en el 2020, cuando finalizaron con una marca de 4-11-1.
LLEGÓ JOE BURROW
Con la primera selección del Draft del 2020 llegó el verdadero show de Taylor. No tuvo que pensarlo mucho para elegir a Joe Burrow, un talento con el potencial necesario para convertirse en su mariscal de campo franquicia. El tiempo le dio la razón, en apenas su segunda temporada, el quarterback ha demostrado todo su liderazgo para llevar a su equipo a la final de conferencia.
Burrow, sin embargo, no lo ha hecho solo, sino que ha recibido el apoyo de otros jugadores seleccionados por Zac Taylor en las últimas dos campañas. En aquel Draft del 2020 los Bengals reclutaron al receptor Tee Higgins y al linebacker Logan Wilson en la segunda y tercera ronda, respectivamente, ambos son parte importante del éxito de Cincinnati durante esta campaña. El ofensivo con seis touchdowns y 1,091 yardas, mientras que el defensivo acumuló cuatro intercepciones y forzó un fumble.
Para el 2021 Taylor volvió a apostar por reforzar su ofensiva con su primer pick. Así llegó Ja’Marr Chase, como la quinta selección global, receptor que está llamado a ser el novato ofensivo del año con sus 1,455 yardas y sus 13 touchdowns. Incluso, vía Draft, también reclutaron al pateador Evan McPherson, pieza clave en la victoria sobre los Titans, en la ronda divisional. La decisiones de Taylor no estuvieron libres de polémica, muchos pedían invertir rondas altas en reforzar la línea para cuidar a Burrow, quien fue lesionado de gravedad en su año de novato tras recibir un duro golpe, pero el coach tenía claro que para trascender debía tener una ofensiva de primer nivel, y no se equivocó.
AGENCIA LIBRE
El buen trabajo de Taylor y el propietario Mike Brown no sólo quedó plasmado en el Draft, sino también en la agencia libre. Cincinnati apostó fuerte para reforzar su defensiva. Así llegó el ala defensiva Trey Hendrickson, proveniente de los Saints. El jugador ha brillado con 15 capturas durante esta temporada. También han tenido buen desempeño Larry Ogunjobi y BJ Hill, quienes llegaron de Browns y Giants, respectivamente. En el perímetro apuntalaron con hombres como Vonn Bell y Elli Apple.
Una de las tareas pendientes de Taylor es reforzar la línea ofensiva. Durante la ronda divisional, Burrow fue capturado en nueve ocasiones, mientras que en la campaña regular registró 51, el número más elevado de toda la liga.
