Agencias
Esto
El sueño de Edouard Mendy parecía truncado en el 2015. Su nombre estaba registrado en las oficinas de desempleo de su natal Le Havre, Francia y por su mente pasaba dejar el futbol profesional luego del fracaso que significó su salida del Cherbourg de la tercera división. Siete años más tarde se convirtió en uno de los porteros más cotizados, actual campeón de la Champions League, mejor portero de los premios The Best y el gran héroe de Senegal en la final de la Copa Africana de Naciones.
Cuentan que cuando Mendy tenía 10 años ya era el ídolo de su barrio. Su calidad y personalidad bajo los tres postes lo pusieron rápidamente en la mira del Le Havre Athletic Club, el equipo en el que se formó para iniciar con la meta de vivir del futbol.
En algunas entrevistas, Michel Courel, entrenador de porteros de la cantera de Le Havre habló acerca de sus condiciones: destacaba por su destreza y explosividad. Su imponente 1.92 m de estatura era algo que le daba mucha presencia, irónicamente era inversamente proporcional a su carácter discreto fuera del terreno de juego.
Cuando tenía 19 años firmó su primer contrato en la tercera división de Francia, específicamente con el Cherbourg, con quienes descendería a la cuarta categoría del futbol francés. Los cantos de las sirenas llegaron a Edouard Mendy en este momento. El entorno alababa la calidad del meta y los representantes se acercaron para prometerle llegar a la Ligue 1 o incluso el extranjero. Todo se quedó en promesas vacías.
A pesar de la desilusión, Mendy regresó a entrenar con las juveniles de Le Havre y con el correr del 2014 la ausencia de las oportunidades era una constante, así que decidió arrancar la búsqueda de empleo. Ahí fue cuando el milagro llegó: se acercó el Marsella para ponerlo a prueba y terminó por disputar ocho encuentros con la filial del primer equipo.
En el 2016 Jean-Pierre Caillot, presidente del Reims supo de Mendy y lo buscó para tener un arquero suplente en la búsqueda del ascenso a la máxima categoría del futbol francés. Se convirtió en el titular y llevó al equipo a la Ligue 1.
Para el 2019 fue vendido al Rennes y un año más tarde llegaría al Chelsea por recomendación de Petr Cech, el legendario cancerbero de los Blues. Edouard Mendy llegó en un momento complejo, porque los londinenses necesitaban seguridad bajo los tres palos, esa que se perdió junto con la estabilidad mental de Kepa Arrizabalaga.
Edouard Mendy se convirtió entonces en una pieza fundamental para el Chelsea y también para su compañero Kepa, quien poco a poco recobró el buen paso y la tranquilidad para ser titular cuando Edou no pudiera estar presente.
Con el Chelsea, Mendy bajó la cortina 24 ocasiones y ganó la Champions League en Oporto, después fue nombrado el mejor arquero del año en la gala de los premios The Best y ha puesto el broche de oro al ser el héroe de la tanda de penaltis de la final de la Copa Africana de Naciones.
