En la edición Casas Abiertas 2017, la empresa mexicano-brasileña representó el mecanismo de seguridad del complejo petroquímico.
AVC/Armando Ramos
Coatzacoalcos, Ver.
Durante la décima edición del programa Casas Abiertas, Braskem-Idesa dejó en claro que el mechero funciona como dispositivo de seguridad y no representa riesgo para la población debido a que las sustancias incineradas no son tóxicas.
Los operadores del “flare”, como se le conoce, explicaron que éste opera las 24 horas y cuando no es perceptible significa que la planta opera con normalidad y si el tamaño de la flama aumenta es señal de que hubo algún paro o disturbio que fue controlado.
“Este mechero tiene una capacidad de desfogue del peor escenario imaginable del complejo, que no es tener energía ni de respaldo. Ante ese escenario el complejo se pararía y tiene una capacidad de desfogar hasta mil toneladas por hora”, detalló David García.
Comentó que los fluidos quemados son etano, etileno, metano, gas natural, hidrógeno, nitrógeno y recalcó que eso no representa ningún riesgo de toxicidad para los habitantes de las comunidades aledañas.
Por su parte, Claudia Chiñas dijo que la flama está presente todo el tiempo aun cuando no es perceptible a simple vista por los pobladores.
“Cuando no está perceptible los operadores de panel tienen cámaras térmicas para ver si realmente está en las condiciones”, apuntó.
El gerente de sustentabilidad, Antonio Galvao, reconoció que el mechero representa la principal inquietud de la gente, por lo que en esta ocasión fue habilitado un módulo específico para hablar del dispositivo. Por otro lado, dio a conocer que en este año el complejo logró una producción de casi un millón de toneladas y no descartó que en el futuro la planta sea ampliada, pues actualmente el polietileno que ahí se elabora es exportado a 40 países.