Centenares de familias recorren largos kilómetros para llegar a los pozos o norias de la ciudad a fin de recaudar el vital líquido suficiente, esto es motivo de discusiones, gastos y hasta el riesgo de ser atropellado por algún imprudente conductor, principalmente en avenidas cuyo orden vial dejó de existir hace muchos años.
YANDDERITH RODRIGUEZ
Coatzacoalcos
Acostumbrados o no a estar sin el vital líquido, centenares de familias optan por acudir a las norias o pozos más cercanos de su colonia, recorren largos kilómetros, trayecto en el que tienen que lidiar con un sinfín de problemas, entre estos el riesgo a sufrir un accidente de tránsito ante la falta de cultura vial de los conductores.
Los problemas ante la falta del vital líquido son muchos, incluso las madres de familia han tenido que buscar la manera de que con tan poca agua puedan realizar sus labores diarias, son ellas quienes tienen que “arreglárselas” a fin de que la casa, ropa y aseo personal de sus hijos no se vea interrumpido por este problema.
Pero como en todo lugar, hay personas que hacen negocio de la necesidad e otros, algunas madres de familia acusan a que los repartidos de agua embotellada se dan el lujo de subir el precio al producto, esto sin duda afecta su economía, ya que hay personas que no cuentan con recursos suficientes, ni si quiera con un medio de transporte para acudir hasta las norias a almacenar agua, por lo que optan por comprar garrafones de agua que superan los 15 pesos, y en muchas ocasione, hasta en 27 pesos.
MADRE DE FAMILIA; REMEDIO DE PROBLEMAS
Son las amas de casa las que más sufren por esta situación de desabasto del vital líquido a más de 10 días la situación sigue siendo crítica, y es que pensaron que el problema había terminado, una vez más los campesinos hicieron de las suyas, sin pensar que los afectados amenazan con realizar bloqueos, manifestaciones y acudir directamente a la presa Yuribia a poner orden, si es que las autoridades no pueden hacerlo.
“no es posible que ni las autoridades hayan podido hacer algo, la verdad estamos cansados de todos esos problemas, para nosotros son gastos extras, porque aparte de que tenemos que hacer milagros para comprar la comida y cena de nuestras familias, tenemos que guardar un poco para compra garrafones y pagar a un taxi para que nos lleve hasta la noria para acumular agua”, dijo doña Georgina Gonzáles.
Hay quienes a bordo de un triciclo llevan sus normes tambos para almacenar agua, sin embargo durante el trayecto tienen que lidiar con una serie de problemas y riesgos, entre estos el ser atropellado por un imprudente conductor, en avenidas peligrosas donde el orden vial dejó de existir hace muchos años.
“Venimos desde la colonia Benito Juárez, ahí desde hace dos semanas no tenemos agua, no han llegado las pipas que supuestamente nos iban a apoyar con agua, y los pozos que hay, la gente que vive cerca de esos lugares ya no quieren repartir, por eso se nos hace más fácil venir hasta el parque la Noria, todo por un poco de agua”, dijo don Alfredo, habitante afectado.
En el caso de don Omar, su hora de descanso laboral lo utiliza para acudir a los pozos más cercanos para recaudar suficiente agua, se lleva al menos dos horas, para luego retornar a su jornada laboral.
“Si es pesado porque como padre de familia uno tiene que buscar la forma de que tus hijos no les falte agua, es cansado, camino de dos a tres cuadras con cubetas en mano, si tuviera un vehículo sería más fácil, pero los taxistas también abusan, te quieren cobrar más por el servicio”, dijo.
CAMBIO DE HÁBITOS
“Uno se acostumbra a tener las cosas a la mano, antes uno se bañaba hasta con dos cubetas de agua, pero ahorita a jicarazos con tal de ahorrar agua”, dijo Amelia, madre de familia.
Como ama de casa, las labores del hogar no pueden verse interrumpidas ante el desabasto del vital líquido, diario adquiere un garrafón de agua, sin embargo resulta insuficiente ya que con las altas de temperaturas, sus hijos suelen beber demasiado líquido.
Para las labores del hogar del agua que utiliza para lavar la ropa, tiene que almacenarla para reutilizarla ya sea para limpiar la casa o el baño.
“No las vemos difíciles porque no podemos estar yendo a buscar agua a las norias, porque tenemos que pagar el transporte, a mis hijos lo que hago es bañarlos una vez al día, y solo para ir a la escuela, en la noche les paso un trapito húmedo para que duerman frescos, y se tienen que acostumbrar, hasta que las autoridades se dignen a ponerle un alto a esa gente que nos está perjudicando”, reiteró ama de casa afectada.