Angélica Rodríguez Reyes, instructora del DIF se dedica desde hace 10 años a capacitar a amas de casa con el objetivo de que mejoren su economía al ofertar sus prendas al público en general.
Lupita Alor Vázquez
Cosoleacaque, Ver.
Mujeres de Cosoleacaque se interesan en cursos de manualidades del Sistema Municipal DIF, esto es con la finalidad de tener un autoempleo.
Angélica Rodríguez Reyes, instructora de esta institución se dedica desde hace 10 años a capacitar a amas de casa con el objetivo de que mejoren su economía al ofertar sus prendas al público en general.
Ella es vecina de la calle Revolución de la cabecera municipal de Cosoleacaque, el gusto por tejer en horquilla, o con gancho, bordar en listón de diferentes colores dándole vida a flores, mariposas o paisajes lo trae de nacimiento.
El hacer prendas de deshilado es todo un arte, lleva paciencia y tiempo, pero todo esto se logra si tienes el gusto y la buena actitud para realizarlo, al final la recompensa es mucha pues mejoras en tu economía, menciona la entrevistada.
“Enseñamos a las señoras, pues la economía del país y de esta zona está muy difícil, y queremos que las féminas salgan adelante y que tengan un mercado de manualidades que ofrecer a la ciudadanía, con su propio trabajo y manos”.
El camino no ha sido fácil, pero hemos tenido la oportunidad que se nos abran puertas para dedicarnos a enseñar lo que traemos de nacimiento, pues tenemos que fomentar la cultura en Cosoleacaque, y que se hereden a las nuevas generaciones, dijo.
El aproximado que hemos tenido de asistentes en las instalaciones del Sistema Municipal DIF han sido grupos de 40 o 50 mujeres, que asisten a clases para aprender este arte de bordar, pintar o deshilar prendas como guayaberas, vestidos o blusas.
La idea empieza como un sueño dice Angélica, capacitar a las personas que caminen de la mano con nosotras aprendiendo o creando cada día más es una recompensa que nos llena de satisfacción y orgullo, pues sabemos que estamos sembrado semillas que dará frutos para su propio beneficio, pues hemos tenido cientos de personas ya que se han graduado en generaciones enteras de estas aulas.
Durante un año las alumnas aprenden todos estos cursos, para que luego puedan ir vendiendo las prendas que ofrecen al público en las ventas que realizan en los bajos del parque central y otras ya tienen sus clientelas, que les encargan para dar de recuerdos en alguna fiesta.
Hay niñas que las mamás las llevan desde los 10 años, llegan con la habilidad de aprender, se les ponen trabajos sencillos para que no se les dificulte, pero al llegar a las aulas desempeñan muy bien las labores.
La principal característica que tienen que tener las personas que llegan aprender es que les guste, luego se enamoran de los trabajos y se forjan la meta de igualarlos o mejorarlos, y eso es una inspiración para que ellos terminen un curso.
Angélica ha heredado este gusto por las manualidades a sus sobrinas. Con estas prendas han surtido a diferentes partes fuera del estado de Veracruz, Tlaxcala, Belice, o Campeche por mencionar algunas, “nos encargan mucho la mantelería para bautizos, primera comunión, las Guayaberas para bodas, el tejido de horquilla es típico del 15 de septiembre”, enfatizó.
Las prendas realizadas son 100 por ciento algodón, hay blusas de horquillas, con ganchos, bordadas, guayaberas deshiladas, todas las prendas son de tonos y telas frescas para que las compren con más gusto. Carteras bordadas, almohadas, fundas, blusas, batas, entre otros, artículos expenden como profesionales.