Xalapa
Como un veracruzano de excepción, un gran maestro y ejemplo en la política, un servidor público honesto, eficaz y cercano a su gente, así reconoció el gobernador Javier Duarte de Ochoa a don Francisco Loyo Ramos, un hombre con vocación de servicio y auténtica entrega a las causas ciudadanas.
En la explanada de Palacio Legislativo, durante una ceremonia luctuosa que reunió a familiares, amigos y compañeros para despedir sus restos, el mandatario rememoró a quien fuera secretario General del Congreso del Estado de Veracruz como un destacado ciudadano.
Ahí, el Ejecutivo estatal dijo que don Francisco Loyo Ramos lega una gran tradición de apego a los valores y principios a lo largo de su intachable trayectoria como catedrático y director de la Facultad de Derecho, así como investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana (UV), subsecretario de Gobierno, diputado federal y local, y finalmente secretario General de la Legislatura de Veracruz.
Acompañado por su esposa Karime Macías Tubilla, subrayó que ese desarrollo se asocia a la enorme responsabilidad de transformar a México, una tarea en la que todos están comprometidos para llevar a la Nación hacia el progreso y bienestar de los mexicanos; “así lo pensaba don Francisco Loyo Ramos”.
En este sentido, dijo que hoy los veracruzanos valoramos su legado y mantendremos viva su memoria; “reconocemos el trabajo de quien privilegió su actuar en el marco de la ley y el respeto a las instituciones”.
Tras expresar un sentido pésame a doña Maghaly Urreta viuda de Loyo y a sus hijos Francisco, Héctor y Javier, el Gobernador apuntó que los veracruzanos habrán de atesorar siempre su herencia, como una guía de principios.
“Así lo encomendamos a la memoria, pero lo mejor, demostramos que entendemos las lecciones de los grandes hombres de nuestro estado: Veracruzanos como don Francisco Loyo Ramos. Descanse en paz”, concluyó Duarte de Ochoa.