*Petróleos Mexicanos hace “oídos sordos” a los hechos trágicos que han acontecido en agravio de la clase obrera, ya que no garantiza la seguridad en sus campos de trabajo ni atiende las deficiencias con la que operan sus instituciones de salud.
Las Choapas,Ver.
Hasta hace unos años, ser trabajador sindicalizado de Petróleos Mexicanos (Pemex) era un privilegio, pero a través de los años se ha ido perdiendo, y últimamente ha alcanzado su peor escenario, lo que se refleja fuertemente en las áreas de Salud y Seguridad.
Robos, asaltos a mano armada, amenazas y hasta ejecuciones, se han registrado en agravio de trabajadores de la ahora llamada “empresa productiva” en los distintos campos y áreas petroleras, ante la falta de seguridad que no garantiza Pemex pese a que es parte de su obligación.
En el tema de salud, las graves carencias que enfrentan los hospitales, al menos en Las Choapas y Agua Dulce, se tienen documentadas; en las farmacias no hay medicamentos, tampoco se cuenta con especialistas y en ocasiones ni médicos generales, lo que repercute gravemente en la salud de los derechohabientes, sobre todo ahora en medio de la pandemia del coronavirus.
En su reclamo más reciente realizado por el Comité Ejecutivo General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), al director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, y difundido primeramente por PRESENCIA Sureste, hacen hincapié de dos temas importantes en los que urge atención inmediata: Salud y seguridad, ya que está de por medio la integridad física de los trabajadores y de los derechohabientes.
INSEGURIDAD
Apenas el pasado viernes 28 de agosto, un trabajador del Complejo Procesador de Gas La Venta (CPGLV) de Pemex, fue asesinado a balazos cuando circulaba sobre la carretera Costera del Golfo tras cumplir con su jornada laboral y retornaba hacia su hogar en el municipio de Agua Dulce.
Los hechos ocurrieron entre las siete y ocho de la mañana, cuando sujetos armados interceptaron al petrolero, quien viajaba a bordo de una motocicleta. Este homicidio se registró sobre la carretera interestatal Coatzacoalcos-Villahermosa, en el tramo Agua Dulce-La Venta, a la altura del punto conocido como La Ceiba.
Trabajadores de Pemex confirmaron que el ahora fallecido Daniel Ernesto Bautista Ávila, conocido como “El Chacalito”, laboraba en dicho centro de trabajo petrolero. Este crimen se suma a otros más que se han perpetrado en agravio de trabajadores de Pemex, tanto de Las Choapas como de Agua Dulce y cuyos casos permanecen en total impunidad.El pasado 22 de julio de 2015, también fueron asesinados un par de trabajadores petroleros de Las Choapas, pertenecientes al sindicato Sección 26, se trató de Jorge Torres Navarro y Efraín Moheno Casanova, mientras que un tercero, identificado como Juan Manuel Álvarez García, resultó herido pero logró sobrevivir luego de permanecer internado en un hospital regional de Villahermosa, Tabasco.
Estos hechos que consternaron a la clase obrera de Petróleos Mexicanos, se dio presuntamente durante un asalto.
De acuerdo con la explicación ofrecida en ese entonces por directivos de la Sección 26, “los trabajadores fallecidos y el herido, hacían un recorrido cotidiano a las áreas de Guaricho y Ayocote (pozos y peras en Huimanguillo, Tabasco) y al regreso, alrededor de las 18:30 horas, fueron atacados por personas desconocidas, mismas que venían encapuchados, para robarles sus pertenencias, y así sucedió, finalmente, al sustraerle sus pertenencias les hicieron disparos a cada uno de ellos".
Ricardo Reyes Pérez, quien en el 2015 ostentaba el cargo de Secretario del Interior y Acuerdos de la Sección 26, lamentó que se tuvieran que registrar estos hechos trágicos para que el Activo Cinco Presidentes pudiera tomar cartas en el asunto; "esperamos que con esta situación que se da, situación delicada y que lamentamos, ya tomen las medidas necesarias y pertinentes, para proteger no nada más a las y los trabajadores, sino también a las propias instalaciones propiedad de Petróleos Mexicanos, hoy, una empresa productiva del Estado".
Admitió que “los compañeros laboran en un área insegura, se carece de la seguridad por parte de los cuerpos de vigilancia que tiene especialmente Pemex y el Ejército, que siendo una empresa federal deben ser salvaguardadas por personal militar"; sin embargo, carecen de esos beneficios y la administración de Pemex ya había sido advertida con anticipación pero no hizo nada por brindar seguridad en las citadas instalaciones.Cinco años después de la tragedia, a decir de la clase obrera, la inseguridad prevalece en los campos petroleros, debido a que laboran bajo el acecho de la delincuencia organizada.
EL RECLAMO
El Comité Ejecutivo General del STPRM, exige al director general de Pemex que garantice la seguridad de los trabajadores y de las instalaciones petroleras.
“Son alarmantes y frecuentes las agresiones que viven los trabajadores en los campos, pozos, ductos e instalaciones marinas, donde son asaltados, robados, agredidos o amenazados por el crimen organizado, sin que hasta la fecha se observe ninguna estrategia para su atención, manteniéndose la vulnerabilidad y el riesgo para su integridad física”, asentaron en el escrito entregado el 20 de agosto de este año.
Existen antecedentes de asaltos de las camionetas de transporte de personal, por lo que en ocasiones tienen que salir de los campos de trabajo en caravanas para resguardarse unos con otros
, rara vez escoltados por personal de seguridad de Pemex, de ahí el reclamo que realizan al director general de Pemex para que tome cartas en el asunto.
DEFICIENCIA HOSPITALARIA
Otro rubro que también urge de atención de parte de Pemex son los servicios de salud, debido a que a nivel nacional se enfrenta un grave problema en hospitales suministrados por la Empresa Productiva, toda vez que hay carencias en todos los aspectos; las farmacias no cuentan con medicamentos de control y la plantilla de médicos generales y especialistas está incompleta.
En el caso específico del hospital El Plan de Las Choapas, durante el peor escenario de la contingencia del coronavirus sólo había un médico por turno brindando atención a los derechohabientes, lo que resulta totalmente insuficiente, aunado a que tampoco hay especialistas y los pacientes tienen que ser trasladados a Minatitlán.
Ante la falta de medicamentos, los enfermos tienen que comprar de su bolsillo en farmacias particulares, el problema es que para conseguir el reembolso, es un trámite bastante tedioso, aseguran trabajadores petroleros.PRESENCIA Sureste en repetidas ocasiones ha documentado quejas por las deficiencias con las que opera esta institución de salud, incluso, trabajadores del Sindicato de Jubilados Petroleros de la Sección 26 en los últimos años han realizado al menos dos protestas para reclamar un mejor servicio médico y el suministro de medicamentos en farmacia.
La más reciente manifestación fue el 15 de mayo de 2019, cuando jubilados y derechohabientes se unieron y se plantaron dentro del hospital El Plan. También se sumaron algunos médicos y personal de administración, para reclamar que Pemex tiene en el olvido al nosocomio de Las Choapas, incluso ni el aire acondicionado servía y esto impedía que se realizaran cirugías.
“Es una pena que le pidamos a los derechohabientes que nos traigan gasas, jeringas, antisépticos para poder curarlos, les solicitamos a las autoridades de Pemex que nos tengan condiciones óptimas para trabajar y nosotros demos una atención digna a los trabajadores, ¿dónde quedó la normativa 016SSSA2012?, la cual nos señala que el hospital debe de cumplir con todo lo que estamos pidiendo”, denunció un trabajador del mismo nosocomio.
Lamentablemente, pese a protestas y oficios de quejas ante la administración de Pemex, la institución de salud sigue igual o en peores condiciones.