*Jovencita relata el infierno que sufrió en los últimos años de relación con quien fue su esposo. Sólo asentó a un niño, al segundo ya no. Con chantajes y amenazas la obligó a tatuarse el apellido de él.
Las Choapas,Ver.
Tres meses han pasado ya desde que presentó su denuncia penal en la Fiscalía Especializada en la Investigación de Delitos de Violencia contra la Familia, Mujeres, Niñas, Niños y Trata de Personas por el agravio físico y psicológico sufrido al lado de su ex pareja; sin embargo, las investigaciones no dan frutos, por lo que la víctima pide la atención de la fiscal general de Veracruz, Verónica Hernández Giadáns.
Con tristeza y sus ojos vidriosos, a punto de soltar las lágrimas, la joven de identidad reservada, relata el infierno que vivió al lado de Guillermo C., el dueño de conocida barbería en la colonia La Sabana, el cual la apartó como su pareja desde que ella tenía 14 años de edad, con ese simple hecho, se configura el delito de pederastia.
Los primeros años fueron de atención, cariño y amor, “pero después sacó su verdadero yo, se convirtió en un monstruo” al grado de celarla hasta con su propios primos, le prohibió visitar a la familia, si él tomaba quería que estuviera sentada junto a él, escuchando las obscenidades de sus amigos, un día por resistirse a estar en esas reuniones, le dio un puñetazo en el rostro que casi le fractura el tabique.
La joven de 21 años de edad, es mamá de dos niños que procreó con su entonces pareja, pero sólo al primero lo registró, con la niña se niega bajo el argumento de que no es su padre. Ella está de acuerdo en que se le practique la prueba de ADN y precisa: “No entiendo cómo niega ser padre de la bebé, si todos estos años fui su prisionera, amenazada a cada rato con pistola en mi cabeza”.
A base de chantajes y amenazas de muerte, un día le pidió que lo acompañara a un lugar para hacerle un tatuaje, refiere que ella le dijo que no estaba dispuesta a ‘rayarse su cuerpo’ porque en su familia siempre le inculcaron el no ‘mancharse la piel con tatuajes’, pero él la obligó, la sometió prácticamente.
Recuerda que ella nunca estuvoenterada qué le tatuarían en su cadera, se percató hasta que estuvo terminado. El tatuaje dice “Soy tuya Capetillo”, y está sumamente arrepentida, por lo que también en su denuncia penal pide que dicho sujeto se responsabilice a pagarle un trabajo en el que se borre ese grabado.
La agraviada, entrevistada por PRESENCIA Sureste en su domicilio, reconoce que tiene temor por las amenazas en su contra por parte de Guillermo C., el cual presume de tener “muchos conocidos y gente pesada”, además de que gusta de tener armas.
Las lágrimas no las puede contener y estalla, el daño psicológico es evidente, sus tías refieren que por las noches despierta asustada y tienen que tranquilizarla. En la última golpiza que le propinó este sujeto, le tumbó dos piezas dentales, además de que la dejó amoratada en diversas partes del cuerpo. En esa misma ocasión fue cuando la grabó con su celular y le exigió que le suplicara perdón por una supuesta infidelidad y que a fuerzas le diera el nombre de alguna persona.
“Tuve que inventarme un nombre para que dejara de golpearme”, refiere. También ese video lo colgó en su red social de facebook, pero ante la denuncia de hechos, Guillermo lo eliminó.
“No se vale que ahora él se quiera hacer la víctima cuando la víctima soy yo. Viví seis años con él y al principio todo iba bien, pero siempre ha tenido el vicio de tomar. Cuando mi niño tenía seis meses fue la primera vez que me golpeó, me dio un puñetazo en la nariz, porque quería que yo estuviera ahí soportándole su plática de borracho.
“Mi hijo está traumado, él no reacciona como un niño normal. Él siempre fue una persona violenta. Las anteriores pareja que ha tenido han sido menores de edad igual que yo e igual las ha maltratado”, explicó la joven mujer.
Ante todos estos hechos vividos y sufridos, y ahora que Guillermo C., recurrió ante las autoridades ministeriales para denunciarla a ella por supuestas amenazas, falsedad de declaración y extorsión, la joven hace un llamado al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez y a la fiscal general del estado, Verónica Hernández, para que la ayuden e intervengan, toda vez que la fiscal de Las Choapas, Dora Villalba Martínez, no muestra interés en su caso.
“Yo quiero que se haga justicia por todo lo que me hizo. No estoy pidiendo dinero”, sostuvo la víctima, mientras suelta sus lágrimas, producto del dolor que arrastra ante tantos recuerdos que quedaron como secuelas de esa relación tóxica con el peluquero Guillermo C., el cual pretendió resolver su problema ofreciéndole 10 mil pesos a través de un abogado.