22 de Noviembre de 2024

EL CANDELABRO

Juan Alberto Aldana Santiago

 

¿EN DÓNDE ESTABAN LOS POBRES?

El hambre no se ha erradicado porque no sabíamos dónde estaban los pobres.

Nos dicen en el año 2013 que tenemos 7 millones de personas en pobreza alimenticia, entonces no nos dicen en dónde están. Tenemos que buscar en dónde están esos pobres en carencia alimenticia.

No es fácil entender como abatir la pobreza, si se piensa que la pobreza se abate regalando millones y millones de despensas.

Toda esta declaración pública del mexiquense Luis Enrique Miranda Nava, secretario de Desarrollo Social (Sedesol ) del gobierno federal.

Su declaración cínica al hablar de su supuesto desconocimiento de ubicación de tantas familias en pobreza extrema, si por cada colonia, en cada calle, en todas las 32 entidades federativas hay muchas familias mexicanas en pobreza extrema.

Los trabajadores agraviados por las reformas estructurales que los han dejado sin empleo, que los han empobrecido con más y más impuestos, que a sus hijos los han dejado sin acceso a una educación laica, gratuita, que a los ancianos adultos que con sus manos forjaron con su trabajo nuestra Nación y que se les ha robado sus pensiones, que a las amas de casas no les alcanza su poder adquisitivo para comprar lo indispensable como lo es la canasta básica; todos ellos han marchado pidiendo, exigiendo, que el gobierno los vea, los escuche y que cambien su política económica para que las clases más vulnerables de nuestro país tengan acceso a una mejor oportunidad de vida digna.

En algo tiene razón el flamante Secretario de Desarrollo Social, no saben en dónde están los pobres porque no les interesa combatir la pobreza social que cada día crece más y más.

También tiene razón al decir que no son con millones y millones de despensas que reparte la Sedesol o con los programas sociales de parte del Gobierno Federal como se va a acabar la pobreza.

Ciertamente es con la generación de fuentes de empleos bien pagados con la que se debe combatir la pobreza.

No es con ayuda paternalista del Gobierno Federal condicionada para buscar el voto en los procesos electorales, es con honradez en la aplicación de los recursos económicos en los diversos rubros asignados al beneficio colectivo social.

No es dilapidando el presupuesto público en seguir manteniendo a todos los funcionarios públicos, los gobernantes, magistrados con altos e insultantes salarios y prestaciones, mientras el salario mínimo es raquítico e insuficiente para el trabajador y su familia.

Definitivamente estas desafortunadas declaraciones del secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava, confirman que el gobierno de Enrique Peña Nieto y su gabinete no saben dónde están los pobres porque lo que menos les interesa, son las humildes familias mexicanas.


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