Una pequeña ruta que comunica con la colonia Playa sol y Petroquímica, es vista como área de confort de delincuentes, una de las rutas urbanas quedó suspendida a casusa de los constantes asaltos que se registraban durante la noche, aprovechando la oscuridad e inseguridad que desconcierta a los residentes.
YANDDERITH RODRIGUEZ
Coatzacoalcos
“No hay día en que no se sepa de algún robo, pero las autoridades no dicen ni hacen nada”, reclamó vecino de la colonia Playa Sol.
Una ruta que comunica este sector y la colonia Petroquímica por años ha sido zona de confort de delincuentes, los robos se siguen efectuando a la vista de todos, aprovechando la falta de organización de residentes, la nula seguridad y patrullaje, la falta de alumbrado público y las deplorables condiciones de la única vía alterna.
Anteriormente se tenían dos rutas urbanas, una de estas; “Quevedo Playa Sol”, el cual desapareció a causa de los constantes asaltos que se efectuaban durante la noche, los delincuentes colocaban trampas sobre la calle a fin de que las llantas de vehículo se poncharan, mientras el conductor y ayudante se detenían a cambiar el neumático, los delincuentes aprovechaban para agredir y robar con lujo de violencia, los gritos desesperados de los pasajeros, eran escuchados, pero los vecinos preferían hacer “oídos sordos”, para evitar problemas.
“Los robos eran casi todos los días, por eso la ruta urbana desapareció, pero la verdad si nos hace mucha falta, porque ahora tenemos que caminar varias cuadras y es más peligroso porque también las otras calles quedan a oscuras”, dijo.
SIN CONTROL E INTENCIÓN
No hay un representante vecinal que dirija los problemas que aún se tienen en estos sectores, la desorganización entre vecinos, se suma al desinterés y temor por mejorar la calidad de vida del sector, el vivir tranquilos ha quedado atrás, al igual que los proyectos que en un momento las administraciones pasadas prometieron; pavimentación, alumbrado público y seguridad hasta la fecha no los han beneficiado.
Las calles alternas aparentan estar en buen estado, pero un pequeño tramo del lugar se ha convertido en un área de peligro y tensión para los residentes, actualmente el toque de queda resulta ser en todo momento, la tranquilidad quedó en el olvido, la seguridad completamente lejana, y la esperanza de ser apoyados por las autoridades se desvanece día con día.
“Somos una de las partes de la colonia más olvidadas, supuestamente es privilegiada, pero no sabemos de qué, porque vamos de mal en peor, no hay orden, ni servicios”, agregó.
COSTUMBRE QUE MATA
Al parecer los residentes ya se han acostumbrado a vivir bajo la sombra de la delincuencia, cada habitante tiene su forma de protegerse, con el objetivo de no caer en las garras de la delincuencia, sin embargo muchas veces no logran librarse.
Para los habitantes que viven en los departamentos ubicados entre la colonia Petroquímica y Playa Sol sus mecanismos de seguridad no logran su objetivo, el no tener un espacio seguro donde
estacionar sus unidades resulta ser tedioso y preocupante, ya que se han registrado robos de vehículos, riñas y hasta asaltos con lujo de violencia.
SIN RUTA URBANA; EL PELIGRO ES MAYOR
El principal reclamo de los habitantes de estos sectores, es el haberse quedado sin una ruta urbana, el esperar un taxi, se convierte en toda una odisea, pues poco transitan el lugar, por miedo a ser víctimas de la delincuencia, y el esperar el transporte urbano, es cuestión de caminar varias cuadras para llegar a la calle principal, persistiendo el riesgo de ser asaltado.
CIFRAS ALARMANTES
En el 2013, se registraron más de 47 delitos, la mitad de estos; robos a casa habitación y de vehículos. En lo que va del año solo se han contabilizado 8 delitos, la mayoría actos vandálicos y robos de materiales. Habitantes exigen retorne el servicio de transporte público ya que hay habitantes que no cuentan con vehículos para poder transportarse.
En estos sectores, no se dispone del servicio de seguridad pública, algunos habitantes tuvieron que contratar seguridad privada, sin embargo no el riesgo es el mismo, ya que las calles oscuras, lotes baldíos, y casas abandonadas sirven como zona de confort de delincuentes.