Grupo Consultor de Mercados Agrícolas señala que baja cosecha es producto de falta de lluvias y escasez de semilla para sembrar; estima que las compras al extranjero lleguen a 390 millones de toneladas.
Redacción
Ciudad de México
Como consecuencia de la falta de lluvias, las importaciones de frijol crecieron 172 por ciento en el primer cuatrimestre del año, alertó el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), quien destacó que las bajas cosechas también se deben a la escasez de semillas para sembrar y a los créditos.
En su reporte del Balance Estadístico de Nacional de Granos y Oleaginosas, detalló que las importaciones alcanzaron un monto récord de 163 mil toneladas métricas en los primeros cuatro meses del año, monto mayor al mismo periodo de 2023, en el que el país compró 60 mil toneladas para cubrir la demanda de este alimento esencial en la dieta de los mexicanos.
Así, proyectó que por segundo año consecutivo, se obtendrá una baja cosecha de frijol en este ciclo debido a la sequía en los principales estados productores y a que “existe una creciente demanda de semilla de frijol que no hay”, por lo que la expectativa de la producción nacional de frijol para el año agrícola 2024 se redujo de 650 a 633 millones de toneladas por hectárea (mTM).
Esto, dijo, provocará que las compras al exterior de frijol lleguen a un récord histórico de 390 millones de toneladas métricas, de las cuales ya se registra un avance de 42 por ciento.
“La incertidumbre respecto al próximo temporal de lluvias y la escasez de semilla mantienen preocupados a los productores. Muchos de ellos intentan obtener semilla prestada de las bodegas de los intermediarios, pero les resulta difícil acceder a ella debido al bajo índice de recuperación, como se ha visto en años anteriores en el programa Kilo por Kilo, operado por Segalmex”, destacó el Grupo consultor.
Explicó que pese a la baja cosecha y las mayores importaciones, los precios de los frijoles azufrados se mantienen estables, pero se estima que como el período de almacenamiento gratuito finalizará este mes, los productores analizan la posibilidad de incrementar su oferta en el mercado a partir del primero de junio para cubrir los costos de almacenamiento y financieros.
PRODUCCIÓN DE GRANOS.
Por otra parte, el GCMA destacó que a causa de la sequía, se estima que la producción nacional de granos y oleaginosas para el ciclo de Primavera-Verano 2024 caiga 10 por ciento respecto al 2023, con un monto previsto de 633 millones de toneladas métricas. Durante el primer cuatrimestre del año, la producción nacional sólo alcanzó a cubrir 30.4 por ciento de la demanda.
Debido a esto, entre enero y abril de este año, México importó 16 millones 500 mil toneladas de granos y oleaginosas, cifra sin precedente para un periodo similar y 20 por ciento más respecto a las 13 millones 700 mil toneladas reportadas en el mismo periodo del año pasado.
Por tipo de grano, las importaciones de maíz alcanzaron una cifra récord de 8.33 millones de toneladas en el primer cuatrimestre; mientras que en el arroz, el volumen de importación fue de 444 mil toneladas, lo que representa un alza de 67.5 por ciento contra el mismo lapso del año pasado.
De acuerdo con el Mapa de Vulnerabilidad en Áreas Agrícolas en Función de la Disponibilidad de Agua en Presas de Uso Agrícola, que elabora el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), al cierre de abril, a nivel nacional se tienen reportadas un millón 454 mil 795 de hectáreas (ha) sembradas en áreas de riego aún sin cosechar, siendo Sonora el que presenta la mayor vulnerabilidad con 292 mil 460 ha.
Las áreas con vulnerabilidad media se localizan en los estados de Guanajuato, Michoacán, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas con 428 mil 743 ha. Ahí, los cultivos sembrados son caña de azúcar, frijol, maíz grano, naranja y trigo grano, principalmente.