En 2023, 381 mil personas caminaban por el territorio nacional, y se rompió el récord de 140 mil solicitudes de asilo.
El Universal
CIUDAD DE MÉXICO
Numerosos grupos de migrantes, provenientes de una gran diversidad de países, lo que desean es refugio, quedarse en México, por lo que, en 2023, 381 mil personas caminaban por el territorio nacional, y se rompió el récord de 140 mil solicitudes de asilo, de acuerdo con cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados, dijo Mario Luis Fuentes Alcalá, titular de la Cátedra Extraordinaria Trata de Personas de la UNAM.
"Hoy en día no solo hay fronteras horizontales, esas que tratan de detener los flujos de seres humanos, sino verticales, es decir, obstáculos, riesgos y amenazas que evitan que sigan caminando", señaló durante el panel "Por el derecho a migrar".
El también vicepresidente de la Junta de Patronos de la Universidad Nacional abundó que se trata de retenes o la lluvia que los disuade, que los llevan a esperar en bajo puentes, parques y plazas públicas, o atrios de iglesias, porque los albergues y casas de migrantes están colapsados.
Explicó que existen mexicanos moviéndose por la amenaza del crimen organizado o desastres naturales, 8 mil 659 en lo que va del año, y hasta 392 mil de 2008 a 2023, quienes buscan oportunidades económicas o simplemente seguridad, y dejan sitios como Zacatecas o los Altos de Chiapas. También hay personas migrantes jornaleras; se trata de más de un millón 200 mil que son invisibilizadas.
Fuentes Alcalá destacó que en ese grupo de quienes caminan y esperan hay mujeres (30% del total, varias de ellas embarazadas); hombres (70%; 46% de 18 a 34 años); familias y menores (tres de cada 10 no acompañados).
En su oportunidad, la titular del Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE), Anel Pérez Martínez, refirió que en la actualidad migrar no tiene que ver necesariamente con el privilegio de ir a estudiar de un país a otro, sino con abandonar el lugar de residencia por una condición de violencias de género, militares, sociales o económicas, que obligan a un desplazamiento y a dejar atrás, entre otros aspectos, la lengua y la cultura.
El arte, dijo, brinda la oportunidad de pensar el fenómeno migratorio, en particular, y los derechos humanos, en general, y abre la posibilidad para reflexionar, "movernos y conmovernos". Por eso fue importante recibir la exposición itinerante de carteles "Movimiento y permanencia: Por el derecho a migrar".
Bruno Velázquez Delgado, coordinador de la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las Artes, de la Coordinación de Difusión Cultural, consideró que no se puede hablar de migrantes que persiguen un sueño sin saber que incontables personas, muchas de ellas infancias desplazadas, están en fuga, aterrorizadas, escapando de una pesadilla donde lo único cierto es que nada más les queda, que tienen una lucha cotidiana por sobrevivir en la precariedad de la angustia y la incertidumbre permanente.
Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, se estima que hay aproximadamente 2.5 millones de personas víctimas de esclavitud, y que, por cada una, reconocida e identificada, existen 20 más sin identificar. Es decir, habría cerca de 50 millones de seres humanos esclavos, la mayoría mujeres y niñas víctimas de explotación sexual.