- México tendrá la oportunidad de ver una alineación planetaria única formada por Marte, Júpiter, Urano, Venus, Neptuno, Saturno y Mercurio.
Redacción
CIUDAD DE MÉXICO
En la serie de pinturas negras de Francisco de Goya, el dios griego Saturno devora a su hijo ante el temor de que lo derrocara como estaba destinado. El nombre del dios le fue asignado a uno de los planetas del Sistema Solar, por ser el más antiguo y alejado del Sol.
Más allá de los mitos y penumbras, el origen de Saturno es incierto; los científicos sostienen la teoría de que se formó con el inicio del Sistema Solar cuando una fuerza de gravedad que atraía remolinos de gas y polvo, generó una gigantesca masa gaseosa. Desde hace 4 mil millones de años el planeta ocupa su posición actual: el sexto lugar respecto al Sol y durante las últimas semanas de enero y las primeras de febrero, Saturno brilla sobre nuestras cabezas.
México tendrá la oportunidad de ver una alineación planetaria única formada por Marte, Júpiter, Urano, Venus, Neptuno, Saturno y Mercurio. El evento posibilita la observación de estos cuerpos al mismo tiempo en el cielo nocturno. Este fenómeno no se volverá a repetir en 400 años.
El Universo al alcance de la mano
Saturno forma parte del séquito de seis planetas que se han alineado en el cielo. Nos separan millones de kilómetros, así como décadas para llegar hasta ellos, pero en estos días es posible percibir esos mundos lejanos en una línea imaginaria en torno al Sol a lo largo de un año, conocida como "eclíptica".
Todos los planetas del Sistema Solar se formaron a partir del mismo disco plano de gas y polvo que alguna vez rodeó al Sol en su nacimiento e infancia, y ocupan el mismo plano orbital que recorren a diferentes velocidades. Cuando en esta trayectoria varios coinciden del mismo lado del Sol, se dice que hay una alineación, pues la perspectiva desde la Tierra es que forman un arco, y es posible observarlos en conjunto.
El doctor Alejandro Farah, especialista del Instituto de Astronomía de la UNAM, señala que actualmente tenemos la presencia, durante la misma noche, de seis planetas. "Están Venus, Saturno, Júpiter y Marte, visibles a simple vista a lo largo del cielo y sobre una línea descrita en el cielo de Este-Oeste. También están presentes Urano y Neptuno, sin embargo, estos no se ven a simple vista, requieren ser observados con telescopio", dice y agrega que este evento se repetirá hasta el año 2040.
"Saturno y sus anillos son de lo mejor que se puede ver a través de un telescopio. Te cambia la perspectiva del Universo y te pone en contacto con la naturaleza. Por otra parte, Venus es hermoso de observar a simple vista, ya que es muy brillante y se puede ver desde el atardecer o amanecer. Lo cual hace que se pueda mirar incluso con luz del Sol, causando contrastes muy bellos", afirma Farah sobre los dos planetas que muestran tener una mayor proximidad observados desde la Tierra y que parecerían unirse en conjunción, aunque no en el estricto sentido del término.
"Una conjunción es cuando, vistos desde la Tierra, dos objetos se acercan entre sí, con una distancia en apariencia muy estrecha. La alineación que estamos presenciando en la actualidad no es de conjunción porque en realidad todos los planetas que se observan están distribuidos a lo largo del cielo y a muchos grados de distancia. Están en el plano de la eclíptica donde siempre están, pero con la gran diferencia de que se pueden apreciar seis de ellos desde la Tierra. Es más o menos común tener varios planetas alineados, pero lo raro es que sean seis, como en esta ocasión".
Todos los planetas son motivo de ambiciones y conquistas científicas en diversos grados, pero precisamente Saturno y Venus parecen también empatados en nuevos proyectos. La NASA planea enviar la nave espacial Dragonfly a Saturno en 2028 para aterrizar en Titán, la luna más grande del planeta. La misión Dragonfly tiene como objetivo estudiar la luna y buscar los componentes básicos de la vida.
Las lunas de los planetas anillados se han convertido en uno de los grandes retos de investigación. Recientemente se descubrieron 12 nuevas lunas en Júpiter, planeta que alcanza un total de 92 lunas y supera a Saturno que tiene 83. El hallazgo lo pone como el planeta con más cantidad de satélites naturales del Sistema Solar.
Los anillos de Júpiter, a diferencia de los de hielo de Saturno, son un sistema de partículas de polvo que rodea al planeta y fueron descubiertos hasta 1979 por la sonda espacial Voyager 1 de la NASA.
A la par, ya se prepara VERITAS, una misión de la NASA que tiene como objetivo estudiar el planeta Venus. Su nombre es la abreviatura de Venus Emisividad, Radiociencia, InSAR, Topografía y Espectroscopía. Se lanzará en 2030, un año después que DAVINCI, otra misión de la NASA que estudiará la superficie del mismo planeta, entrando a su atmósfera en junio de 2031.
Entre el placer y la ciencia futurista
Además de convertirse en fenómenos que acercan al público al disfrute de los astros, estos eventos también brindan nuevas oportunidades de investigación. Las alineaciones planetarias brindan oportunidades para profundizar en la ciencia espacial de diferentes formas, como el descubrimiento y estudio de los exoplanetas, los mundos que orbitan alrededor de estrellas distintas al Sol. También sirven para estudiar y utilizar la fuerza gravitacional de otros cuerpos celestes.
"Observar a los planetas, en cualquier época del año tiene aportaciones científicas para su entendimiento. En particular, cuando están más cerca de la tierra debido a su camino orbital respecto a nosotros, es un gran momento para observarlos ya que se pueden lograr mejores datos. Ese es el caso de Marte durante este inicio de 2025".
A finales de la primera semana de febrero, Marte parecerá acercarse mucho a la Luna. El mayor acercamiento entre Marte y la Tierra ocurre cada 687 días, tiempo que tarda Marte en dar la vuelta al Sol. El llamado Planeta Rojo brilla en el más extenso sentido de la palabra, pues es el único planeta que cambia de brillo en forma muy notable en su tránsito por el cielo; cuando se encuentra más cerca, se ubica a menos de 60 millones de kilómetros de la Tierra y, cuando está más lejos, antes de desaparecer detrás del Sol, está a casi 400 millones.
Pero además de estos "brillantes" acercamientos, la NASA tiene en la mira a este planeta, pues necesita bajar costos para poder traer a la Tierra las numerosas muestras colectadas por sus rovers.
La nueva etapa de Trump está ligada a figuras muy poderosas que tienen una participación importante en el desarrollo de la tecnología espacial, como Elon Musk. El doctor Farah señala puntos cruciales en la alianza sobre cuáles considera que son las oportunidades, pero también los riesgos.
"De manera general, la inversión que se requiere en ciencia y tecnología espacial es considerable, es de las más costosas. Por eso es indispensable un esquema mixto de inversión entre la iniciativa privada y los gobiernos. El hecho de que las empresas inviertan en desarrollo para el espacio, y que busquen ganancias económicas en retorno, ha impulsado una nueva carrera vigorosa para colocar satélites en órbita, minería en el espacio, aprovechamiento de recursos externos a la Tierra y muchos otros beneficios", señala, y agrega: "sin embargo, el riesgo que puede existir es que el espacio se convierta en un gran negocio y se deje a un lado la investigación básica del mismo".
Entre realidades y sueños, hoy los planetas parecen estar al alcance de nuestra mano. En la historia de la humanidad las alineaciones planetarias han sido el pretexto ideal para buscar una conexión entre las emociones humanas y la fuerza de la naturaleza. La invitación es a elevar la mirada y entender el mundo a través de la grandeza del Universo. Decía Carl Sagan que finalmente somos el medio para que el Cosmos se conozca a sí mismo.
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DESATCADO
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MILES LO DISFRUTAN
En una asombrosa “cita cósmica”, en una misma región del cielo se pudo observar a seis planetas: Saturno, Venus, Neptuno, Urano, Júpiter y Marte, que los miles de asistentes a la explanada de Universum, Museo de las Ciencias, pudieron disfrutar la noche del 23 de enero con sólo voltear la vista al cielo y con ayuda de telescopios.
“Juntos pero no alineados” fue el evento gratuito organizado por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM, en la que se incluyeron diferentes actividades en torno a este espectáculo astronómico, y al cual acudieron parejas, familias enteras y grupos de amigos.
Ante una explanada pletórica, con pequeños disfrazados de astronautas, y jóvenes portando playeras de la NASA, Soledad Funes Argüello, coordinadora de la Investigación Científica, afirmó que observar el cielo es una de las primeras ventanas que tenemos para acercarnos a la ciencia.
En tanto, expresó, las actividades del Museo y la DGDC son un puente para que quienes hacemos ciencia en la UNAM y fuera de ella, tengamos comunicación directa con el público. “Los científicos del futuro están entre ustedes; les agradecemos su entusiasmo”.
Luis Alberto Zapata González, director del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica, con sede en el campus Morelia de la UNAM, explicó que tener conjunciones de planetas (cuando están muy cerca unos de otros en el cielo) es común, se ven de forma cotidiana, pero tener seis al mismo tiempo es un espectáculo digno de apreciarse, por lo que agradeció la iniciativa del evento.
El titular de la DGDC, Manuel Suárez Lastra, agradeció a todos los involucrados en la realización del evento y anunció que con este acto se pretende iniciar un ciclo en el que mes con mes se puedan hacer reuniones como ésta, en las que se observe algún evento astronómico, se proyecte una película y un especialista dé una charla.
En representación del Instituto de Astronomía, Brenda Carolina Arias, recalcó el esfuerzo y trabajo de muchas personas detrás de la organización del encuentro, por lo que agradeció la excelente respuesta de la gente, con pasión por la ciencia.
Al dictar la charla “ Juntos pero no alineados”, Alejandro Farah Simon, investigador del IA, calificó como “una belleza” tener la oportunidad de ver seis planetas en una misma noche, ya que no es un evento común.
Recordó que el Sol constituye poco más del 99 % de la masa del sistema solar; al ser lo más masivo, atrae a todos los planetas y los mantiene en órbita a su alrededor, junto con lunas, asteroides o polvo. Y a su vez, nuestra estrella orbita alrededor del centro de nuestra galaxia, para lo cual tarda 260 millones de años.
También se refirió a algunas características de los planetas; por ejemplo, Venus es terriblemente caliente, con una atmósfera llena de dióxido de carbono, por lo que incluso materiales como el plomo o el acero, no soportan el embate de su clima, y las sondas que se han enviado se destruyen en poco tiempo. O Neptuno, muy difícil de observar, con anillos muy finos que no se aprecian bien desde la Tierra.
El fenómeno observado, recalcó Farah, fue de planetas juntos en una misma noche, pero no alineados, y que no volverá a ocurrir sino hasta 2040.
Los amantes del cosmos que acudieron a la cita en Universum, algunos cómodamente sentados en sus tapetes de yoga, y otros en petates y cobijas, disfrutaron de cine al aire libre y palomitas gratis, con la película Interestelar (2014), de Christopher Nolan.
Y una de las partes más esperadas por el público fue la observación con telescopios de cada uno de los planetas. Los asistentes de todas las edades no ocultaron su asombro, luego de formar largas filas.
La DGDC explicó que visualmente una alineación planetaria sucede cuando varios planetas del sistema solar se posicionan en la misma región del cielo desde nuestra perspectiva en la Tierra. La alineación es aparente o sólo visual, ya que si pudiéramos observar el sistema solar fuera de él, veríamos algo muy diferente: nos daríamos cuenta de que cada planeta se encuentra siguiendo su órbita en su eterno movimiento de traslación alrededor del Sol o sea, que están “juntos pero no alineados”.