Cada año realizan 45 millones de reproducciones en papel; la impresión de dictámenes y documentos de divulgación interna requiere de 35 millones de hojas anualmente
CIUDAD DE MÉXICO
Insumo fundamental para el trabajo legislativo y la comunicación interna, el servicio de fotocopiado en el Senado constituye uno de los focos de mayor atención en esta instancia legislativa, pues cada año se realizan alrededor de 45 millones de reproducciones, lo que requiere la utilización de 35 millones de hojas, rubro que en total implica la erogación de 11 millones 413 mil pesos.
Uno de los gastos más onerosos del Senado es el fotocopiado y la compra de insumos de papelería, que en total este año le implica un erogación de 29 millones 618 mil 698 pesos, de acuerdo con el Informe de Licitaciones Realizadas para el Ejercicio 2014 que emitió el Senado y puede consultarse en su página web, y donde se observa que la adquisición de papelería, artículos de oficina y consumibles de cómputo implica este año un gasto de 19 millones 675 mil 178.51 pesos.
De acuerdo con la información recabada por Excélsior, el Senado tiene 85 máquinas fotocopiadoras, las cuales alquila por 9 millones 943 mil 520 pesos en este año.
El alquiler de las 85 máquinas generan la compra de un promedio de siete mil cajas de papel al año e implican un pago que va de un millón 178 mil 100 pesos a un millón 470 mil pesos al año, pues el precio oscila de 168.30 a 210 pesos por cada caja de cinco mil hojas, que en el mercado tiene un precio promedio de 400 pesos; es decir, la compra en volumen del Senado le permite precios por debajo del mercado.
De esta forma, el pago máximo por el servicio de fotocopiado es de 11 millones 413 mil 520 pesos.
Restricciones al consumo
Precisamente para reducir al máximo el gasto en estos rubros, desde hace cuatro años el Senado asumió diversas medidas de control para evitar el desperdicio de papel, fomentar el reciclaje y obligar a su personal a realizar las fotocopias que sean estrictamente necesarias.
Aunque los secretarios técnicos no tienen límites específicos del número de fotocopias que pueden hacer, sí tienen la recomendación de realizar las menos posibles y cuando rebasan el promedio de reproducciones que tienen, se les pide explicación de manera oficial, de acuerdo con el relato que recabó este diario.
Además, entre 2011 y 2012, el Senado decidió restringir al máximo la distribución de papel en diversas áreas; por ejemplo, los reporteros que cubren la fuente del Senado estaban obligados a comprar su propio papel si necesitaban una copia de algún dictamen; esa medida desapareció cuando la Cámara sustituyó al Coordinador de Comunicación Social.
Existe también la obligación de que todas las áreas utilicen las hojas de desecho si están limpias por alguno de sus lados, para que sirvan en la impresión de computadoras.
Las máquinas están distribuidas en todas sus instalaciones. En cada uno de los cuatro pisos de las oficinas de los senadores, en el edificio conocido como Hemiciclo, existen dos fotocopiadoras para uso comunitario; sólo en el piso cuarto, existen tres de ellas.
Lo mismo ocurre en los 14 pisos de la Torre de Comisiones. En cada uno de ellos existe una fotocopiadora para el uso exclusivo de las comisiones y para garantizar que no exista desperdicio, el Senado asignó una clave a cada uno de los secretarios técnicos de las comisiones; cada vez que uno de estos grupos de trabajo requiere una fotocopia sólo la puede hacer si introduce la contraseña exclusiva.
El resto de las máquinas está distribuido en diversas oficinas administrativas y parlamentarias del Senado, tanto en la nueva sede, como en el edificio de Donceles y en Xicoténcatl 9, antiguo recinto oficial del Senado, así como la llamada Torre Azul, donde los panistas tienen oficinas.
Del total de 85 máquinas fotocopiadoras, según la información proporcionada de manera extraorficial, diez tienen el mayor peso de las trabajo, ya que están destinadas para la reproducción de la Gaceta del Senado y la Síntesis Informativa.
Esas diez máquinas sacan al año un promedio de cuatro millones de reproducciones cada una; es decir, un total de 40 millones al año. Tan sólo el 26 de noviembre del 2013, la Gaceta del Senado estuvo integrada por mil 300 hojas, porque publicó el total de los dictámenes de la Reforma Financiera, integrados por mil hojas.
Otro grupo de ocho máquinas tiene un nivel de trabajo no tan voluminoso, pero sí constante, como es el caso de las ubicadas en la Coordinación de Comunicación Social y en los grupos parlamentarios, destinadas a reproducir los boletines de prensa, discursos y otros materiales de difusión de los senadores.