El pasado domingo 30 de junio se llevaron a cabo elecciones en Francia, después de que el presidente Emmanuel Macron llamara a elegir a una nueva Asamblea General. Esto debido a los resultados obtenidos por su partido en los comicios del 9 de junio, donde el partido de Marine Le Pen obtuvo la mayoría.
Varios analistas consideraban apresurada la decisión del mandatario francés por llamar a elecciones después de la derrota en el Parlamento Europeo y además fue un movimiento de alto riesgo por el resultado que pudiera obtener en la primera vuelta.
Los franceses acudieron a emitir su voto para la nueva Asamblea General, donde el partido Agrupación Nacional de Marine Le Pen, ganó por 33%; el partido Nuevo Frente Popular obtuvo el 29%, mientras que el partido del presidente Macron obtuvo el tercer lugar, una derrota más en menos de un mes.
Estos comicios han llegado a diferentes ámbitos a nivel internacional, pues incluso varios futbolistas franceses en el marco de la copa europea de la disciplina, han llamado a votar en contra de la extrema derecha, comentando que los derechos pueden ser violentados en caso de ganar el partido de Le Pen.
Francia es un país multicultural por las migraciones que han llegado a lo largo de los años y donde todavía existe una xenofobia entre sus habitantes, donde se criminaliza solo a musulmanes y a afrodescendientes. A pesar de los esfuerzos por erradicar el racismo, el Gobierno no atiende el problema desde la raíz, solo de manera superficial.
El extremismo se ha extendido a lo largo de los países europeos, donde la narrativa de los gobiernos se enfoca en culpar a la migración y a la religión de los problemas sociales que existen en la sociedad, pero no se enfocan en atender las causas, cuya primera medida es cerrar fronteras, pero no es una solución que la frene, al contrario, solo crea alternativas más riesgosas para llegar a Europa.
El gobierno francés, por ejemplo, ha insistido en erradicar el uso del hiyab a mujeres y niñas musulmanas, inclusive, el Comité Olímpico Francés prohibió a sus atletas vestir con hiyab, una decisión controvertida por el hecho que se violenta el derecho a la libre determinación de las personas.
Las medidas de prohibir hiyab, burka, qamis y abaya han provocado que organizaciones sociales a favor de los derechos de los musulmanes protesten en contra del Gobierno por ser un acto autoritario.
Para erradicar el racismo desde el fondo, es necesario hacer un análisis de las leyes actuales del país y dejar de criminalizar por el tono de piel, dónde la mayoría de las personas se ha sentido amenazada por la policía. Sin duda alguna es un camino largo para poder restarle poder a la extrema derecha en Europa, la voluntad política de atender las causas desde la raíz se ve complicada.
Los Juegos Olímpicos en París están cercanas, se espera que no haya ataques de xenofobia en el país anfitrión hacia visitantes y deportistas.
POR: AZUL ETCHEVERRY