22 de Noviembre de 2024

Opinión / Competencia, ¿revive el Inmecob? / Hugo González

11a

Era junio de 2020 y entre toda la cofradía de opinólogos expertos de todo cundía una especie de nado sincronizado en contra de la propuesta de fusionar en un solo organismo regulador a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

Aunque en su momento se incluía también a la Comisión Reguladora de Energía, la propuesta impulsada por el entonces senador Ricardo Monreal era vista como una mala idea. Muy poquitos, incluido este reportero, le dimos el beneficio de la duda y creímos en la viabilidad de crear un nuevo organismo regulador que entonces pretendía llamarse Instituto Nacional de Mercados y Competencia para el Bienestar (Inmecob). Al paso de los años, de tantas frustraciones y con millones de votos, parece que ese organismo podría revivir.

El 17 de junio de 2020 lo escribí en tecnoempresa.mx y lo sostengo aquí. Quien piense que fusionar a estos reguladores solo es para ahorrar dinero, seguramente no leyó las iniciativas y emite un juicio desinformado. Tal como entonces, muchos siguen invocando a los demonios del desastre al decir que el tratado comercial de México con Norteamérica (TMEC) nos obliga a tener un regulador autónomo. Falso.

El pacto comercial solo exige que el regulador de telecomunicaciones “sea independiente” (no autónomo) y que no se rinda ante un proveedor. Se engañan quienes siguen confiando en la “autonomía” de los comisionados del IFT. Se confunden porque creen que en el IFT y la Cofece se eligió a los comisionados siguiendo la regla de la máxima calificación y se olvidan de que la Cofece y el IFT duplicaron competencias como en la compraventa de Corner Shop-Uber y Disney-Fox.

Desconozco si ese nuevo organismo regulador de la competencia siga los mismos objetivos y reglas del nonato Inmecob, sin embargo, la propuesta de 2020 establecía que tendría personalidad jurídica, autonomía técnica, operativa y de gestión. El Inmecob de entonces solo tendría dos salas, una de competencia y otra de redes y no tocaría temas de hidrocarburos.

El IFT iba a ser el gran consolidador de las 18 áreas de la Cofece y conservaría sus 55 áreas, de las cuales 8 permanecerían intactas. Los actuales comisionados serían elegibles, pero ahora ya no pues, como se intentó explicar aquí hace días, la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) retomará muchas de las funciones del desahuciado IFT. Por más que intentaron frenarlo, el super regulador de la competencia verá la luz y, llámese como se llame, vendrá a refrescar la esperanza de la lucha antimonopólica.

¿Y la FCC apá?

Los sesudos expertos del sector de telecomunicaciones se siguen santiguando y orando por la inmaculada concepción de la devaluada competencia. Insisten en pensar que (ahora sí, ternuritas) los próximos comisionados del nuevo regulador de la competencia en México serán afines al gobierno en turno y no quieren ver lo que pasa en EU.

Siguen siendo más papistas que el papá y creen que el tío Trump vendrá a castigarnos por librarnos de esos organismos pantalla. ¿Acaso no saben que el presidente de EU nombra al titular de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de ese país? ¿Acaso creen que Trump será escrupulosamente respetuoso de la competencia en EU? ¿Por qué no dicen que se avecinan años de proteccionismo tecnológico y telecomunicaciones en ese país?

Solo como un ejemplo, el banco de inversión Wells Fargo mejoró hace unos días la calificación del conglomerado de telecomunicaciones estadounidense, Sinclair Broadcast Group, debido a las grandes expectativas de una desregulación del sector en EU. El análisis del banco explica que “una FCC republicana a partir de 2025 probablemente mejorará las perspectivas para las emisoras al desregularlas y permitir la consolidación”. Vaya regalo en este día Mundial de la Televisión.

Esto querría decir que con Trump y su amigo Brendan Carr al frente de la FCC, ahora si se les permitirá a las televisoras y empresas de telecomunicaciones locales de EU fusionarse entre sí, para darle batalla a las grandes empresas digitales como Google, Meta, Amazon o Tik-Tok, las cuales dominan el mercado publicitario. Además, Carr es un crítico de la sacrosanta neutralidad de internet y no comparte los apocalípticos presagios de su eliminación.

Sin pretender ninguna defensa de las empresas digitales que controlan muchos servicios globales, la inclinación de Carr hacia las políticas trumpistas son una evidencia clara de que el regulador en EU no será ni autónomo y mucho menos independiente. Entonces, ¿por qué México tendría que temer la represalia del nuevo gobierno gringo? Puras falacias.

Denuncia colectiva

Por cierto, se está armando un buen chisme en ese país alrededor de Netflix y Meta. Un grupo de anunciantes ha presentado una demanda colectiva en contra de la plataforma de streaming acusándola de haber llegado a un acuerdo secreto de no competencia con Meta. Según la denuncia, la operadora de redes sociales habría cancelado su servicio de streaming conocido como Facebook Watch a petición de Netflix. A cambio de ello, la plataforma de contenidos entregaría a Facebook mucha información sobre el consumo de sus clientes además de fuertes campañas de publicidad en la red social. Esta historia parece comenzar y apenas es una muestra como hasta en las mejores familias se presentan estos “detallitos”.

Tecnología inmobiliaria

Este mes se presenta en Cancún, Nautica Residences by Naúma, un proyecto encabezado por Isaac Zonana Saba, en donde no solo destaca su desarrollo inmobiliario sino la integración de tecnología de punta aplicada a edificios inteligentes para combinar diseño, comodidad y sostenibilidad. La elegancia náutica se mezclará con un sistema de gestión Building Management System (BMS) para monitorear el consumo energético, iluminación LED de alta eficiencia y riego inteligente. También contará con un espacio dedicado a la supervisión integral del edificio, equipado para gestionar la seguridad, optimizar los servicios operativos y garantizar la tranquilidad de sus residentes. ¿Lo merezco?