Tómalo como una lección de la que México debe aprender y ponle ojo, porque en una de esas, podrían intentar imitar esta medida regulatoria.
Es que en España pasó lo impensable hace unos días. Después de 25 años, Telefónica ya no está obligada a compartir su red de fibra óptica con otras empresas. Tal cual. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) decidió que ya era tiempo de dejarla libre, suelta, desregulada y feliz con sus 30.8 millones de hogares conectados. La medida llega tras la fusión de MasOrange, que ahora tiene más clientes que la propia Telefónica, y en un contexto de mayor competencia, con nuevos jugadores y redes propias. Por eso, la CNMC decidió eliminar la obligación de acceso mayorista, permitiendo a Telefónica decidir con quién comparte, cuánto cobra y qué condiciones pone, sin tener que rendirle cuentas al regulador.
Suena a lección europea, pero por acá no falta quien mire con mucho antojo ese ejemplo. Según datos de The CIU, los accesos de banda ancha fija en México crecieron 4.8% solo en el primer trimestre del año. Y sí, hay más cobertura, más proveedores, más infraestructura. Pero también hay una historia reciente de dominancia en el mercado, y esa no se borra con un par de daros optimistas. ¿Se animará el operador preponderante mexicano a decir que ya cumplió su penitencia y merece libertad total sobre su red? Puede que sí, pero ojalá que no. El entorno regulatorio ha cambiado y el discurso de “hay competencia” suena cada vez más fuerte. Cuidado.
Pero antes de copiar lo que hacen en España, vele recordar que allá hubo un cuarto de siglo de regulación estricta, inversiones forzadas y evolución del mercado. Aquí apenas vamos a la mitad del camino. Así que abramos los ojos con sorpresa, porque un guiño desde Madrid podría convertirse en presión en México.
GOL CON TURISMO
Aunque todavía falta para que ruede el balón, el Mundial de Futbol ya mueve las reservas, los vuelos y los planes de marketing en México. En plena fiebre anticipada, platiqué con Santiago Elijovich, vicepresidente y country manager de Despegar México, quien está viendo en este torneo no solo un fenómeno deportivo, sino una gran oportunidad para detonar el turismo dentro y fuera del país. Según Elijovich, México se perfila como el país latinoamericano que más entradas ha comprado para partidos en Estados Unidos durante la preventa. Esto confirma que el fanatismo tricolor no tiene límites y también que se prevé un fuerte movimiento de viajeros. Y en ese contexto, las plataformas digitales de compra de viajes son vitales.
El directivo nos dijo que el Mundial puede ser el trampolín perfecto para mostrarle al mundo otros rincones del país más allá del típico sol y playa. El Caribe y el Pacífico seguirán brillando, pero ciudades sede y sus vecinas podrían aprovechar el impulso para posicionarse como nuevos polos de atracción. Con suerte algún un turista cambiará el estadio por un museo o una ruina arqueológica (al menos por un día). Así que Despegar ya prepara estrategias con sus socios y otras plataformas, mientras que la Secretaría de Turismo también afina iniciativas para impulsar el turismo regional durante la fiebre mundialista.
El balón ni siquiera ha salido del vestidor, pero las agencias, aerolíneas y hoteleros ya están calentando motores. El Mundial será en 2026, pero el partido del turismo ya arrancó y México no se quiere quedar en la banca.
PEAJE INTELIGENTE
Y ya que hablamos de turismo, el cruce carretero seguirá siendo un facilitador o un motivo de fricción para quienes quieran viajar por el país. Pensando en eso, y con la mirada puesta no solo en el Mundial, sino en el tránsito de todo el año, Capufe decidió actualizar su tecnología de peaje y telepeaje con la dupla Hitachi Rail GTS México y Ofi Store. Hitachi, la filial del gigante japonés que anda metida en temas de trenes, señalización y digitalización, ahora le entra al negocio de las casetas mexicanas, con la promesa de automatizar y agilizar el cruce vehicular. La idea es integrar sistemas inteligentes que eviten las filas eternas, permitan monitoreo en tiempo real y reduzcan los tiempos muertos que tanto frustran a los conductores.
La otra mitad del combo es Ofi Store, empresa mexicana que lleva tres décadas ajustando sistemas digitales para gobiernos. Su especialidad son soluciones escalables y eficientes que en cristiano quiere decir: hacer que todo funcione sin reventar el presupuesto.
Capufe, ahora dirigida por Rubén Arturo Hernández Bermúdez, quiere aplicar modelos de gestión vial inspirados en Reino Unido y Dubái, con plataformas automatizadas que no dependan de que el operador tenga cambio o de que el lector reconozca la tarjeta a la primera. Suena bien, y si funciona mejor. Así podríamos pasar de peajes de pesadilla a peajes inteligentes, justo cuando más se espera movimiento en las carreteras. Porque si algo no puede fallar en pleno Mundial, es el cruce a la playa. O al estadio.