25 de Noviembre de 2024

PENSADORES Y FARSANTES 05/03/2014

Martín Vásquez Cabrera

COLOSIO: AQUEL DISCURSO DEL 6  DE MARZO DE 1994

17 DIAS PARA NACER Y MORIR POR EL MISMO PRI

CON EL TELON DE FONDO DEL MONUMENTO           A LA REVOLUCION  MEXICANA; presente toda la clase política priista y bajo el esquema duro de una insurgencia surgida en el sureste del país –Chiapas- que le eclipsaba en su campaña por alcanzar la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio Murrieta esgrimía un discurso profético para toda la estructura del PRI: “El origen de muchos de nuestros males se encuentra en la excesiva concentración DEL PODER “. Argumentaba con voz decidida aquella mañana soleada que……; “en estos meses de intensos recorridos por todo el país, de visitas a nuestras comunidades, de contacto y diálogo con mi partido y con la ciudadanía entera, me he encontrado con el México de los justos reclamos, de los antiguos agravios y de las nuevas demandas; el México de las esperanzas, el que exige respuestas, el que ya no puede esperar………”Ese es el México que nos convoca hoy; ese es el México al que habremos de darle seguridad; al que habremos de darle rumbo en la nueva etapa del cambio”.

 

POR OTRO LADO, Manuel Camacho Solís, el Comisionado para la Paz en los Altos de Chiapas, protagonizaba con su desempeño en dicho conflicto toda acción política de la campaña del malogrado candidato priista. Había sido una decisión difícil, cerrada y protagónica la nominación del priista que iría a contender por la presidencia; Carlos Salinas de Gortari, simplemente se inclinó por su mejor “delfín”, Colosio….

TODOS CONSPIRABAN, escribiría, Carlos Monsiváis…”hasta el aire frio de Marzo”. Así caminaba, Luis Donaldo Colosio, en los imbricados pasillos del “fin que justifica los medios” del mensaje que enviaba ese día a dos personajes cruciales; uno: él poderoso jefe de la Oficina de la Presidencia, José Córdoba Montoya, y el otro –su creador-, Carlos Salinas de Gortari.

EL EXTENSO DOCUMENTO QUE LEYO COLOSIO, produciría desde ese 6 de Marzo, diversas reacciones. El malogrado candidato escribieron, Cesáreo Morales y Samuel Palma, miembros del equipo que redactaban los discursos del candidato priista; escribieron en su libro, COLOSIO,LA COSNTRUCCION DE UN DESTINO, que este sabía de esas inquietudes entre los integrantes de su equipo de campaña, a quienes siempre frenaba: “No hay problema. Mientras tengamos al presidente de nuestro lado, no hay de qué preocuparnos”.

LA VERSION DE QUE COLOSIO TACHONEO Y TRITURO 12 de las 14 cuartillas que le hiciera llegar el jefe de la Oficina de la Presidencia, José Córdoba Montoya, para que este las leyera ese día- 6 de marzo-,las corrobora el entonces coordinador de Proyectos Especiales de la oficina del candidato, Ignacio Rodríguez Castro, este considera en su libro; “Entre la historia y la esperanza”, en la reveladora entrevista que le hiciera el influyente semanario Proceso, en donde según, Rodríguez Castro: “se trataba de un proyecto del discurso que Colosio Murrieta pronunciaría el 6 de marzo, con motivo del 65 aniversario del PRI, y que – “como era obvio”- proponía reiterar la tesis del liberalismo social del salinismo”.

SIGUE DICIENDO EL ENTONCES coordinador de Proyectos Especiales de la oficina del candidato que, “a menudo como líder del PRI y como secretario de SEDESOL después; Luís Donaldo recibía “sugerencias” de, Córdoba Montoya. “En esos últimos días de febrero de 1994 recibió un envío del poderoso jefe de  la Oficina de la Presidencia; Colosio, al ir leyendo el texto, con su pluma Mont Blanc en la mano izquierda y con tinta color sepia, su color favorito, fue tachoneando párrafos con cruces”. Más tarde cambiaría su propia versión, Ignacio Rodríguez Castro, al asegurar que dicho discurso de aquel 6 de marzo NO influyó en la supuesta ruptura “con los hombres de Los Pinos”.

“LA CORRESPONDENCIA DE LA OFICINA DE LA PRESIDENCIA al PRI, primero, y a la SEDESOL, después, era fluida, revela, Rodríguez Castro. Sin embargo, niega que el discurso haya sido el origen de una ruptura de Colosio con Carlos Salinas y José Córdoba Montoya, y que debido a eso se hubiera urdido el crimen. “Ese discurso nada tiene que ver con la muerte de Colosio”. Eso es absurdo. Además, el discurso lo vio el presidente, y lo aprobó totalmente”, aseguró en otro momento, Rodríguez Castro.

CONSERVADOR O NO, EL PRIISMO festeja ya los 85 años de vida política. Lejos de muchos “puntos objetados y propuestos”, por aquel personaje que se pensó sería la “última advertencia” de preservar el poder más allá del siglo XX, la figura impulsada endeblemente por quienes le siguieron añorando ya fallecido, no cuajó en el consiente colectivo; es más, ni en las nuevas generaciones de priistas que ni siquiera intentaron emular la propuesta colosista sacrificado en tarde de toros en una plaza polvosa de Tijuana.

SUS ADULADORES DESDE LA CLANDESTINIDAD seguían manteniendo vivo el ideario fortuito de su líder sacrificado en el altar del compromiso revolucionario: “Colosio tenía muy clara la visión del verdadero cambio que necesitaba México, particularmente en lo económico, lo político y lo social. Sus asesores más cercanos, no los que aparecían públicamente como tales, tenían un nuevo diseño para recomponer a fondo el sistema político mexicano. “El eje central de dicha propuesta era la llamada reforma del poder, que tenía como propósito la redistribución del mismo entre los nuevos actores políticos, económicos y sociales del México moderno. “El sonorense se proponía repetir la hazaña de su paisano, Plutarco Elías Calles, sustituyendo al PRI con un nuevo partido, que al igual que entonces, incluyera a todas las fuerzas políticas y sociales que operaban en el México contemporáneo”. “Una vez tomado el poder, Colosio Murrieta convocaría a toda fuerza política dentro del país a construir un nuevo gran partido”…………”ESTA FUE LA PARTE NO PUBLICADA DE LA CAMPAÑA”, revelaría años más tarde, Ignacio Rodríguez Castro.

LA CARTA DE ZEDILLO: Alfonso Durazo, por seis años secretario particular del sonorense asesinado, aduce a las especulaciones  sobre la ruptura entre Colosio y Salinas, que inducirían a una nueva dimensión aquel martes 3 de octubre de 1994 último, cuando el diario REFORMA publicara la carta que el entonces coordinador de la campaña presidencial priísta, Ernesto Zedillo, entregará a, Luís Donaldo Colosio, el 20 de marzo de ese mismo año, en la cual le “recomendaba, entre otras cosas,” que llegara a una alianza con el señor presidente”.

Dentro de esta “pactada alianza”- según, Zedillo-, el candidato debía llegar a un acuerdo con Salinas para darle a conocer sus discursos cuando éstos contuvieran “críticas contra la política gubernamental”. Lo anterior asegura, Alfonso Durazo, fue interpretado en el sentido de que el discurso del 6 de marzo de 1994 no se le dio a conocer a Salinas antes de ser pronunciado…”

ASI, EL SUSTENTO de esa “hipótesis” se da –aseguró, Alfonso Durazo-, sobre la base de una ruptura entre, Luís Donaldo y Carlos Salinas. En este sentido, la carta se suma a otros muchos testimonios sobre dicha ruptura, terminó diciendo con los años, el ex – secretario particular del nativo de, Magdalena de Kino, Sonora.

HOY HA LLOVIDO MUCHO DESDE AQUEL trágico 23 de marzo de 1994. El PRI, con Ernesto Zedillo, perdería la presidencia de la república; tardarían los priístas en recuperarla dos sexenios. Pero el llamado “dinosaurio político” regresó con más brío que nunca; hoy estrena reformas que quizás anticipándose como fantasma en la obscura noche panista, estas  no sean las planteadas hace 20 años. 20 años que ni, Luis Donaldo Colosio Murrieta reconocería….y creo, sinceramente; no sería recibido en la cordialidad política originalmente planteada, en una fiesta tricolor, fría y verdaderamente distante de aquel discurso del 6 de marzo de 1994 en donde el PRI trastocó algo más que millones de vidas; quizás la perfidia de la maldad de los Tlatoanis.