VERACRUZ vive momentos inusitados, de gran crisis financiera, política y social, en donde la ficción ha superado a la realidad de mil formas.
Un repaso por las noticias del día de cualquier portal, agencia noticiosa o medio impreso nos recrea un panorama que hace un mes jamás se hubiese pensado.
EL OTRORA poderosísimo ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, solicitando un amparo contra posible orden de aprehensión, sin especificar contra qué.
Flavino Ríos Alvarado, gobernador interino, desplazado de Palacio de Gobierno y Casa Veracruz, ahora también, en compañía del secretario de finanzas, Antonio Gómez Pelegrín, huyendo de una muchedumbre en el Hotel Xalapa, que le exigían aulas para una escuela primaria.
En todo el estado, más de 40 municipios han cerrado sus respectivos palacios de gobierno y reducido al máximo los servicios públicos, dejando solo en operación los departamentos de seguridad y limpia pública.
EN COATZACOALCOS, los empleados sindicalizados del Ayuntamiento han detenido labores por 24 horas y advierten de que si la próxima semana no les pagan prestaciones pendientes, se irán a un paro indefinido.
Lo que debería ser de lo más normal, que los 212 municipios reciban 582 millones de pesos como partidas de la federación, ha sido recibido con gran beneplácito, tras dos meses de que no se les realizaba sus depósitos correspondientes.
JAVIER DUARTE de Ochoa continúa prófugo, a salto de mata, acusado de un desvío incuantificable de recursos, mientras senadores del PAN, PRI y PRD le exigen que mejor se entregue, como lo acaba de hacer el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés.
En la nueva Legislatura, Vicente Benítez y Juan Manuel Castillo, quienes incurrieron en daño patrimonial en la Cuenta Pública el 2015, hoy gozan de fuero como diputados locales y sólo enfrentan el juicio mediático.
EL ORFIS presenta denuncia contra Sedesol por desvío de 431 millones de pesos a empresas fantasmas, solamente por el ejercicio fiscal del 2014.
En tanto que el Gobernador electo ha decidido no recibirle a la saliente administración en tanto no sufrague todos los adeudos pendientes con los ayuntamientos, lo que le viene a echar más leña al fuego.
EN CASA Veracruz y en Palacio de Gobierno decenas de alcaldes y simpatizantes del PAN y PRD mantienen tomadas esas instalaciones, en demanda de las partidas presupuestales, pero también con el propósito de proyectar un estado fallido.
Lo que nunca se imaginaron: Miguel Ángel Yunes Linares es hoy gobernador electo, y está decidido a cumplir su principal promesa de campaña: meter a la cárcel a todos los funcionarios que desfalcaron al estado veracruzano.
ASÍ ESTÁN LAS COSAS en Veracruz, donde el quebranto a las finanzas públicas mantiene en crisis a todos los ayuntamientos y a empresas proveedoras del estado que han cerrado o están a punto de declararse en quiebra, esperanzados en que el Estado les pague algún día.
