José Luis Pérez Cruz
Jesús y la tierra prometida
Ayer Jesús Moreno Delgado oficializó una decisión que tenía tomada meses atrás.
Aparentemente sin jugada a trasmano, sin ser una estrategia del grupo político al que pertenecía, renunció al marcelismo y por ende al PRI porteño.
El ex director de DIF, siempre convertido en el “Sancho Panza” de los “Quijotes electorales” de Marcelo Montiel Montiel, decidió dar un paso al frente al darse cuenta de que el último tren comicial salía y no estaba él abordo.
Dicen los que saben que semanas atrás se reunió con ex delegado de Sedesol, hasta hace unos días su jefe político, y cerró una relación donde incluso muchos le sacaron ventaja tanto en posiciones políticas como en lo económico.
Era “el chalán de chalanes” para algunos.
Hoy con algunos obstáculos, Moreno Delgado jugará las cartas que tiene en el próximo proceso electoral para elegir primero candidato y luego presidente a la alcaldía de Coatzacoalcos.
El Partido Acción Nacional y una candidatura independiente son sus opciones.
Juran él y sus allegados que de cualquier manera estará en la boleta electoral.
Ayer presentaba ante los medios de comunicación su renuncia formal al PRI, luego de permanecer 25 años en el tricolor.
Al fin político, sentenciaba que no se iba dolido, aunque su decisión se enmarque en la clara falta de oportunidades protagonistas.
“Mis ideales ya no son compatibles con los de este organismo político que mostró indiferencia a lo que la sociedad clamaba, ya que hacen política insensible”, dijo Jesús.
Y fue más allá al afirmar que el PRI porteño y estatal con “su silencio cómplice permitieron que saquearan los recursos de Veracruz, por eso marco mi distancia con el PRI sumiso que deja a la deriva a la militancia muy a pesar de su entrega y convicción en los trabajos de campaña”.
Así de crítico Jesús.
El sábado pasado había adelantado a una reportera local su decisión: “Sí me voy”, le dijo.
“Estoy fuera del equipo de Marcelo, allí cerré mi ciclo, les di las gracias a quienes tenía que dárselas, traté de salir por la puerta principal, dándole las gracias por la oportunidad”, afirmaba.
DE CHISME A REALIDAD
Y aunque ayer señalaba que no se iba dolido, el sábado pasado en la charla reporteril parecía decir lo contrario:
“Me voy porque no ha habido reconocimiento al trabajo, trayectoria, y lealtad al partido y sus candidatos. Me han pedido disciplina y que aguante, y lo he hecho, pero el partido dejó de escuchar a su militancia”, sentenciaba mientras en diálogo aparte, Víctor Rodríguez Gallegos, líder estatal del Movimiento Territorial, pidió esperar, “y no llevarse por chismes”.
El chisme, ayer se convirtió en realidad.
Vienen semanas complicadas para el PAN en Coatzacoalcos, donde tratará de elegir a su candidato entre tres, una tercia donde pocos saben ser tropa, la mayoría se asume con grado de “general”.
Guadalupe Porras Félix, Jesús Moreno y Juan Manuel Rodríguez Caamaño, buscan la candidatura.
Salvo el caso de “Juanelo” que pudiera tomar alguna posición en la planilla, se antoja complicado hacer llegar a acuerdos y jalar por una candidatura de unidad al equipo de Lupita y al de Chucho.
Ya han tenido experiencias y relaciones desastrosas.
Las diferencias del pasado reciente en la era theurelista fueron insalvables, hay personas del equipo de Jesús que aseguran que no se integrarían a trabajar si Lupita fuera la candidata.
Será complicado que unan sus esfuerzos por el bien del PAN, un partido al que verán como el paso obligado para llegar al poder. No más.
En la Biblia hay enseñanzas que indudablemente aplican para aquellos que aspiran al poder público.
Una de ellas es la asentada en el evangelio de Marcos 9:35 - el apóstol-, no el de Theurel Cotero, que dice: “Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servirlos a todos”; Jesús lo entendió ya, quizá un poco tarde pero tomó la decisión, ahora quiere ser el primero.
Así Jesús se va del PRI y del Marcelismo cansado de ser “crucificado”.
Jesús se lleva sus “apóstoles” buscando la tierra prometida.
Jesús se va en busca del “milagro” de ganar una elección en los tiempos más complicados para los políticos.
AL OÍDO
Habrá que endosar que lo caro de la gasolina en el país no sólo se debía la importación de gasolinas o falta de inversión en el sector de refinación; cosas de la vida, el sindicato petrolero también lleva responsabilidad en esto.
La práctica monopólica que se discutirá en breve en la Corte, tiene que ver con el otorgamiento al “Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) el derecho exclusivo para el transporte de combustibles hacia las gasolineras, generando un sobreprecio de más de mil millones de pesos anuales”.
Sí, un sobreprecio que terminan pagando los consumidores.
La pelea de algunos concesionarios tiene ya varios meses luego de que Pemex “y su sindicato condicionaron la venta de gasolinas a cerca del 6% de la estaciones de servicio del país, al obligarlas a celebrar un contrato mediante el cual la paraestatal sólo le vendía combustible a las unidades que usaban los servicios de transporte del gremio petrolero”.
Así las cosas.
Correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Twitter: joseluisperez67
Página web: codigoveracruz.com
Get Outlook for iOS
