1 de Octubre de 2024

Comentadas

No cabe duda que la ignorancia y una autoridad rebasada e inepta, son una combinación muy peligrosa. Así sucedió en un caso más de linchamiento, a manos de decenas de pobladores de una comunidad llamada San Francisco del Mar, en la región del Istmo de Tehuantepec del estado de Oaxaca, donde un repartidor de medicamentos de una empresa farmacéutica del estado de Chiapas, acusado de presuntamente tratar de secuestrar a una jovencita, les fue arrebatado por la turba a las autoridades municipales y lo lincharon y colgaron, privándolo de la vida.

Sólo basta un comentario irresponsable de alguien, para que la gente se prenda y emita juicios, muchas veces equivocados y sacrifique a gente que en tantos casos es inocente. Así fue el caso de unos encuestadores en el estado de Puebla hace poco más de un año, después se pudo demostrar que se trataba de gente honesta y trabajadora, como parece ser el caso del empleado farmacéutico, que incluso se transportaba en una unidad con logotipos de la empresa. Como quiera que sea, si se trata de delincuentes o gente inocente, la justicia por mano propia no es justicia, el problema es que al parecer no hay autoridad que sea capaz de meter orden y aplicar el Estado de Derecho.

Es increíble lo que pasa en la región sur del estado veracruzano, en relación a que no existe una Unidad para Atención y Tratamiento de personas quemadas, esto quedó en evidencia una vez más con el siniestro ocurrido en la colonia Paraíso, donde hubo una explosión en una panadería y al menos una persona perdió la vida por quemaduras severas.

Lo alarmante de esta situación, es el hecho de que se trata de una zona industrial y de alto riesgo, ya que encuentran asentados los complejos petroquímicos de Cosoleacaque, Pajaritos, La Cangrejera, Morelos, así como la refinería de Minatitlán, entre otros centros de trabajo propiedad de Petróleos Mexicanos, además del complejo Braskem Idesa, que es de capital privado.

La caseta de cobro del puente Coatzacoalcos Uno se ha convertido en tierra de nadie, en virtud de que ya cualquiera la toma y pide dinero, a cambio de dejar pasar a los miles de vehículos que a diario transitan por ahí. Ya no son exclusivamente trabajadores que se quedaron sin empleo los que botean, ya se puede ver a amas de casa y jóvenes sin oficio ni beneficio, que aprovechan que no hay nivel de autoridad que dé respuesta a sus demandas o que de plano aplique el Estado de Derecho. Eso se llama vacío de poder.

Desde Las Comentadas hacemos un atento llamado a los propietarios de la gasolinera que se ubica cerca del entronque a Nanchital, a las autoridades de la Policía Federal, a Protección Civil de Coatzacoalcos y al Comité Local de Ayuda Mutua (CLAM), para que metan en cintura a los piperos y traileros, que han convertido el patio frontal de esa estación de servicio, en un gigantesco estacionamiento, poniendo en peligro la vida de clientes y empleados de ese negocio.