1 de Octubre de 2024

Duda razonable

La profecía maldita de

Eduardo Medina Mora

 

Carlos Puig

 

Llevamos diez años en esto. Nos convencieron que la violencia era insoportable y se puso peor. Nos dijeron que sabían cómo y luego supimos que no había diagnóstico preciso y que tampoco sabían mucho cómo. Diez años después, dos gobiernos y en las mismas.

Me encuentro esto en mis archivos, dos entrevistas con el diario El País de Eduardo Medina Mora, entonces procurador y en buena parte diseñador de la estrategia (es un decir). Son de 2008.

Cito fragmentos.

“Hay policías municipales que están colapsadas, que funcionan más como un apoyo a las tareas del crimen organizado que a las tareas de seguridad pública y protección ciudadana. Es ahí donde la responsabilidad de los gobernadores y alcaldes es mayor”.

“El planteamiento del gobierno no es terminar con el narcotráfico en la medida en que somos conscientes de que siempre habrá una demanda de sustancias ilícitas, sino quitarles a estas organizaciones el enorme poder de intimidación, el enorme poder de fuego que acumularon a lo largo de todos estos años y por consecuencia su capacidad de destruir instituciones y de secuestrar la tranquilidad de los ciudadanos”.

“México tendrá este año alrededor de 12 asesinatos por cada 100.000 habitantes, Colombia va a llegar a 33 o 34, Guatemala o El Salvador, cerca de 50. La curva de la violencia se va a comportar como una curva de campana, todavía no hemos llegado al pico de máximo de violencia, y en la trayectoria descendente encontraremos también picos de violencia. En un futuro no demasiado lejano la violencia decrecerá.

“El principal error que sucedió en Colombia y nos han compartido como experiencia para no repetir fue subestimar el poder corruptor del narcotráfico. Ciertamente, el narcotráfico ha tenido capacidad de infiltrar instituciones de seguridad y de procuración de justicia”.

“La situación de normalidad empezará a verse no muy lejos en el tiempo, aunque la batalla completa para ganar esta guerra sin duda es de largo plazo, y así lo planteó el presidente desde el primer día. Será una guerra larga, costosa, difícil”.

 

Ocho años después las policías locales siguen colapsadas, los homicidios por habitante serán este año 50 por ciento más de lo que eran en 2008, la tranquilidad de los ciudadanos —según el Inegi— sigue secuestrada.

La guerra ha sido larga, costosa, difícil.

En eso Medina Mora no se equivocó.